Sensores capaces de hacer un seguimiento del consumo de electricidad, agua y gas desde un solo punto.
Cuando nos llega la factura del teléfono móvil o de la tarjeta de crédito, cada llamada o cada compra está individualizada, con lo que podemos hacer un seguimiento de nuestras tendencias a la hora de llamar o gastar dinero, algo que resulta especialmente útil si utilizamos un plan telefónico con un número de minutos limitados o estamos intentando ajustarnos a un presupuesto. De aquí a unos años, el consumo que hacemos en el hogar también podría reflejarse en la factura de forma individualizada, lo que permitiría a los residentes hacer un seguimiento del consumo y ver qué aparatos utilizan más electricidad, agua o gas. La implementación de este sistema se vería facilitada gracias a una nueva tecnología de sensores consistente en un único dispositivo para cada suministro, y que crea una imagen de la actividad del hogar mediante la medición de los flujos que llegan a cada aparato desde los cables eléctricos, las tuberías del agua o del gas.
Shwetak Patel, profesor de ciencias informáticas e ingeniería eléctrica en la Universidad de Washington, en Seattle, ha desarrollado este tipo de sensores, que se conectan directamente a la infraestructura ya existente de los edificios, con lo que se evita tener que instalar una serie de complicados sensores en red a través de la estructura. Por ejemplo, el sensor eléctrico se conecta a un solo enchufe y hace un seguimiento de los “ruidos” característicos dentro de las líneas eléctricas que están vinculados a aparatos en concreto, tales como los cargadores de móvil, refrigeradores, reproductores de DVD e interruptores de la luz. El sensor de gas se engancha a la tubería del gas y hacer un seguimiento de los cambios en la presión que pueden estar relacionados con el encendido de, por ejemplo, la cocina de gas o la caldera.
Patel y sus colegas acaban de desarrollar un sensor de presión que se engancha a la tubería del agua. Esta tecnología, llamada Hydrosense, es capaz de detectar goteras y ubicar su localización, así como reconocer cambios en la presión característicos que indican que un aparato en concreto se está utilizando.
Patel espera poder incorporar los sensores de electricidad, gas y agua en una misma tecnología unificada y ha co-fundado una startup a la que pronto pondrá nombre, con la que espera empezar a ofrecer medidores inteligentes combinados a las compañías suministradoras a partir de, aproximadamente, el año próximo. El objetivo, según Patel, es crear un “hogar inteligente” que pueda ser utilizado a nivel universal. “Eché un vistazo a las infraestructuras actuales,” afirma, “y me di cuenta de que se podrían modernizar.”
Los sensores inteligentes se han hecho cada vez más populares a lo largo de los últimos años, puesto que cada vez hay más gente interesada en recortar sus facturas de suministros y minimizar los recursos que consumen. Existen una serie de startups que ofrecen la conexión entre los suministradores y el consumidor, para así poder hacer un seguimiento a través de internet del uso de un determinado recurso. Hasta ahora, sin embargo, ninguna compañía o suministrador ha sido capaz de ofrecer el tipo de medición tan precisa que Patel espera poder ofrecer a través de su startup.
La idea en la que basa el sensor de agua tiene sus orígenes en un estudio original de Patel con líneas eléctricas. En vez de sólo fijarse en la cantidad de potencia consumida por todos los dispositivos en una casa, Patel decidió fijarse en los patrones de ruido—irregularidades en la señal eléctrica—que se propagan a través de las líneas eléctricas de la casa como resultado del consumo eléctrico. “Digamos que enciendes una luz en la cocina y el baño,” afirma. “Podemos notar una diferencia entre las dos” gracias a los impulsos eléctricos que resuenan a alta frecuencia. “Por tanto, si tienes dos impulsos distintos que ves que se originan desde puntos diferentes dentro del hogar, puedes hacer un seguimiento y localizar un aparato en concreto,” afirma Patel, y señala que la localización se puede determinar gracias a la cantidad de tiempo que la señal tarda en alcanzar el sensor, que normalmente está conectado a uno de los enchufes libres de la pared.
De igual modo, el sistema Hydrosense consiste en un único dispositivo enganchado en una válvula o toma de agua y que hace un seguimiento de toda la infraestructura de fontanería. “Cuando abres una válvula, la presión en todo el sistema baja,” afirma Patel. “Y cada vez que se cambia el flujo de agua desde un estado estático a otro cinético, se obtiene una onda de choque que se propaga a través de las tuberías.” Nos explica que las ondas de choque, que son relativamente suaves, tienen una forma característica que se puede utilizar para identificar los distintos puntos de salida del agua—incluso para distinguir los distintos retretes en cada uno de los baños.
Mediante el uso de datos procedentes de nueve casas de estilos variados y distinta antigüedad, así como con sistemas de fontanería diferentes, en tres ciudades distintas, Patel y sus colegas han demostrado que el análisis de las ondas de choque permite identificar los grifos de forma individual con un 95,6 por ciento de precisión.
“La idea de poder colocar un dispositivo en la casa y obtener una imagen de lo que está ocurriendo es realmente fascinante,” afirma Adrien Tuck, director de Tendril Networks, una compañía que fabrica medidores y enchufes inteligentes para el hogar. Sin embargo, sospecha que habrá que solucionar algunos problemas antes de que la tecnología se pueda utilizar a gran escala. “Si fuera tan fácil, ya se habría puesto en práctica,” afirma, “lo que significa que probablemente haya cuestiones que aún tienen que ser resueltas.”
Además de hacer un seguimiento del consumo de suministros, Patel afirma que los sensores también pueden analizar la actividad humana en el hogar, lo que podría ser útil para el cuidado de ancianos y para reducir el desperdicio de energía. También ha desarrollado un cuarto tipo de sensor que se puede integrar en la calefacción y en los sistemas de aire acondicionado del hogar. Mediante un análisis de los cambios de presión que ocurren cuando abrimos y cerramos las puertas y entramos o salimos en una habitación, los sensores instalados en los aires acondicionados son capaces de deducir con relativa precisión la localización de las personas dentro de la casa o apartamento, afirma Patel.