Un grupo de investigadores alemanes han creado una pantalla que también hace las funciones de cámara.
Durante décadas, los ingenieros han imaginado poder crear pantallas que los pilotos, cirujanos y mecánicos pudieran llevar puestas. Sin embargo, hasta ahora no se ha podido conseguir una pantalla compacta, que se pueda llevar puesta y con la que resulte sencillo interactuar.
Un grupo de investigadores del Fraunhofer Institute for Photonic Microsystems (IPMS) acaban de desarrollar una tecnología de pantalla que podría hacer que este tipo de pantallas fueran más compactas y fáciles de utilizar. Mediante la combinación de células fotodetectoras—similares a las que se utilizan para capturar la luz en una cámara—y píxeles de pantalla, los investigadores han construido un sistema capaz de representar una imagen en movimiento y, al mismo tiempo, detectar el movimiento que se produce delante de la pantalla. Si se pudiera seguir el movimiento del ojo de una persona mientras lee una pantalla, podríamos conseguir que el control ocular fuera una realidad: en vez de utilizar la mano u otro tipo de controladores para introducir información, el usuario podría moverse a través de los menús de una pantalla simplemente con mirar a la parte derecha de dicha pantalla. Los investigadores desearían poder acabar integrando este tipo de pantalla dentro de un sistema de realidad aumentada.
“Podemos presentar una imagen y, al mismo tiempo, hacer un seguimiento del ojo del usuario,” afirma Michael Scholles, director de la unidad de negocio del IPMS. “Esto resulta altamente interesante para todo tipo de aplicaciones en las que las manos se necesiten para otras tareas, como por ejemplo para pilotar un avión, o cuando un cirujano desea ver las constantes vitales mientras lleva a cabo una operación.”
Por supuesto, esta tecnología de seguimiento ocular no se acaba de inventar. A lo largo de los años, los investigadores han desarrollado una serie de sistemas que permiten a una persona controlar un ordenador con la mirada. A menudo se trata de aplicaciones desarrolladas para personas con discapacidades físicas, aunque también se pueden diseñar para los usuarios informáticos en general.
Además, los investigadores llevan años desarrollando pantallas que se puedan llevar puestas, aunque la mayoría de las veces se trata de pantallas voluminosas, que requieren mucha energía y de uso poco práctico, afirma Alexander Sawchuck, profesor de ingeniería eléctrica en la Universidad de California del Sur. “Todo lo que podamos hacer para que las pantallas [que se pueden llevar puestas] sean más compactas o ligeras, o que consuman menos energía, es de gran importancia,” afirma. El hecho de integrar una pantalla y una cámara en un mismo chip es, según él, un paso hacia ese objetivo.
En primer lugar, los investigadores construyeron el sistema mediante el diseño de unos chips detectores de luz, que contienen unos patrones de fotodetectores separados a una misma distancia entre ellos. Más tarde, este sistema se pasó a construir en unas instalaciones de manufactura de semiconductores comerciales. Después se colocó una oblea con varios chips en una cámara de deposición, y se instalaron varias capas de material orgánico en el espacio libre entre los fotodetectores. Estas capas las constituyen los diodos orgánicos emisores de luz, conocidos como OLEDs, que crean la pantalla. Finalmente, el mosaico de fotodetectores y OLEDs se encapsula en una fina capa de polímero para su protección.
La idea de integrar los OLEDs con un chip fotodetector resulta intrigante, afirma Sawchuck. “Existen muchas dificultades a la hora de construir pantallas que se puedan llevar puestas para las aplicaciones [que los investigadores tienen en mente], así que cualquier avance en este campo resulta muy interesante,” afirma.
Los investigadores de Fraunhofer IPMS harán una demostración de su prototipo durante la conferencia Society for Information Display en San Antonio esta semana. La versión actual consiste en una pantalla simple y monocromática—de aproximadamente 1,25 centímetros en cada lado, con una resolución de 320 por 240 píxeles. Scholles afirma que las pantallas a color son posibles pero más difíciles de construir porque se necesita añadir filtros de color a los OLEDs blancos, que son complicados de fabricar de forma eficiente y tienen una baja fiabilidad. Sin embargo, el equipo de IPMS se ha aliado con Novaled, una compañía de OLEDs que fabrica diodos blancos de alta calidad, y juntos planean fabricar prototipos en color utilizando los diodos de la compañía.
La cámara en el prototipo actual de los investigadores es aún bastante rudimentaria. Tiene una resolución de sólo 12 píxeles, lo que significa que aún no puede hacer el seguimiento del ojo del usuario. Sin embargo, Scholles afirma que el equipo ha desarrollado una versión de la cámara de 160 por 120 de resolución que ya ha sido probada en el laboratorio, aunque aún no se ha integrado en ninguna pantalla. Para principios de 2011, los investigadores esperan tener una versión avanzada del sistema, junto a una cámara de alta resolución y la capacidad para seguir el movimiento del ojo.