Cuando Apple presentó el primer iPad en 2010, muchos expertos se burlaron de él. Entre otras cosas decían que las tabletas ya se habían intentado antes sin éxito, que la mayoría de la gente ya tenía ordenadores portátiles, y que no era más que un iPod Touch gigante.

El mercado, como sabemos, reaccionó de forma distinta. Los ordenadores tableta son ahora un éxito, gracias en gran medida al inteligente diseño de Apple, que ofreció a la gente algo inmediatamente comprensible y fácil de usar, pero también lo suficientemente flexible como para sugerir miles de nuevas aplicaciones.

Con el próximo lanzamiento del Apple Watch, la compañía parece dispuesta a repetir la hazaña. A pesar de los varios relojes inteligentes que ya ofrecen empresas como Samsung, Motorola y Pebble, la tecnología portable no ha logrado resultar atractiva a nivel general, en parte debido a que los dispositivos no dan la impresión de ser particularmente útiles (ver La 'estupidez' de los actuales relojes inteligentes).

La campaña de marketing inicial del Apple Watch ha hecho poco por explicar por qué le irá mejor a este producto, pero las herramientas (WatchKit) y documentación (Human Interface Guidelines) ofrecidas a los desarrolladores de aplicaciones nos dan algunas pistas. Sugieren un modo sencillo e intuitivo de interacción centrado en alertas simplificadas. Si nos fijamos en la influencia de mercado del iPhone y el iPad, los patrones de experiencia de usuario que establezca Apple podrían llegar a definir el propósito de todos los relojes inteligentes a ojos de los usuarios.

El Apple Watch podría parecer un ordenador colocado en la muñeca, pero técnicamente no es así. Las aplicaciones que ejecuta en realidad son sólo extensiones de aplicaciones iOS que se ejecutan en un iPhone, y que utilizan el reloj como pantalla auxiliar. Esto anima a los desarrolladores a sacar partido al dispositivo como una especie de control remoto para sus aplicaciones de iOS existentes, y a imaginar la experiencia de usuario en consecuencia.

"El reloj no te autoriza a ejecutar código en absoluto", señala el director de Experiencia de Usuario en el Omni Group, William Van Hecke, un proveedor de software de productividad que está desarrollando aplicaciones para el Apple Watch.

El director de producto de Realmac Software, Nik Fletcher, afirma que su equipo "ha reducido cuidadosamente el núcleo esencial" de la aplicación de lista de tareas de la compañía, Clear, con el fin de adaptarlo al Apple Watch. Mientras que la aplicación iOS completa permite a los usuarios reordenar tareas o marcar listas enteras con un solo toque, e incluye animaciones y efectos de sonido, la nueva versión se centra en lo que Fletcher denomina como "recuperación y terminación". Los próximos recordatorios se pueden ver usando el modo de vista Glance del reloj (que no es interactivo), y se pueden tachar tareas individuales. Las nuevas entradas deben escribirse usando la versión de iPhone o Mac del software.

Según Van Hecke, cualquier aplicación que ya haga hincapié en este tipo de "interacción de un bit", es decir, una decisión sencilla para confirmar o descartar información, podrá traducirse fácilmente al Apple Watch. "Nadie espera que la aplicación [del reloj] reproduzca toda la funcionalidad [de la aplicación para el iPhone], lo cual resulta liberador", asegura. Lo más probable es que muchas de las primeras aplicaciones del nuevo dispositivo saquen partido de lo que Van Hecke denomina la "ventana en la muñeca", mostrando notificaciones y ofreciendo interacciones simples.

Esto, por supuesto, aumenta la posibilidad de que una gran cantidad de interrupciones acaben compitiendo entre ellas. La necesidad de clasificar qué notificaciones y funciones están "autorizadas a darte un toque en la muñeca" podría incluso estimular una nueva generación de meta-aplicaciones, señala la experta en experiencia de usuario Laura Seargeant Richardson, que trabaja para Argodesign, una consultora con sede en Austin, Texas (EEUU). "Creo que podría haber toda una aplicación dedicada a ayudar a la gente a plantearse esas preguntas", señala. El sensor de latidos del corazón incorporado del Apple Watch posiblemente podría utilizarse para dar prioridad a ciertas interacciones de acuerdo a los niveles de estrés de los usuarios.

Al igual que muchos relojes inteligentes existentes, el Apple Watch asume que la superficie primaria para interactuar con aplicaciones será una pantalla táctil orientada hacia el exterior. Pero la "corona digital" en el lateral del dispositivo, parecida a un dial, facilitará la navegación por el contenido en una pequeña pantalla. Girar el dial permite al usuario ampliar las imágenes o desplazarse por listas, y al hacer clic se abre la pantalla de inicio.

Lo prometedor de la tecnología portable radica en su íntima cercanía con nuestro cuerpo, lo que hace que el "motor táptico" (motor de pulsos) orientado hacia el interior sea particularmente interesante. Permite al dispositivo generar pulsos de vibración, o dar estímulos de respuesta hápticos, a la muñeca del usuario, y por ahora no está disponible para los desarrolladores. Si Apple elimina esta barrera, se desatará la verdadera potencia del reloj como nuevo tipo de comunicador personal, señala Richardson. "Un reloj es un objeto muy encubierto", asegura. "Creo que podría surgir un nuevo tipo de lenguaje privado o comunicación de bajo nivel a partir de este tipo de portable, utilizando pulsos o apretones".