Las cámaras para el seguimiento ocular ofrecen una nueva forma de controlar el ordenador.
Tom Simonite
Una cámara encima de la pantalla es una característica estándar en los ordenadores portátiles. Sin embargo, sólo el nuevo modelo de Lenovo posee un par de cámaras por debajo de su pantalla para seguir los movimientos de los ojos del usuario.
El prototipo de ordenador portátil se puede controlar con los movimientos del ojo, reduciendo la necesidad de utilizar el ratón y haciendo que navegar a través de la información, como mapas o menús, sea más rápido.
El portátil puede notar cuando su usuario ha leído hasta casi cerca de la parte inferior de una página y automáticamente puede desplazarla hacia abajo para mostrar más texto. El mismo truco también permite navegar a través de la bandeja de entrada del correo electrónico sin usar el ratón en absoluto. Al utilizar una aplicación de mapa, el usuario puede hacer zoom sobre un área mirándola y girando la rueda del ratón. El ordenador también atenúa la pantalla automáticamente para ahorrar energía cuando detecta que el usuario ha dejado de mirar la pantalla.
"Estamos tratando de hacer que el proceso de interactuar con el ordenador sea una experiencia más natural", afirma Barbara Barclay, que dirige las operaciones en Norteamérica de Tobii, la empresa sueca que suministra el hardware de seguimiento del ojo y el software para el prototipo. Hasta ahora, sólo se han fabricado 20 copias de los nuevos ordenadores; Tobii y Lenovo tendrán 10 cada una para poner a prueba nuevas ideas.
Las dos cámaras bajo la pantalla del portátil usan luz infrarroja para rastrear las pupilas del usuario. Una fuente de luz infrarroja situada junto a las cámaras iluminan la cara del usuario y crean un "brillo" en los ojos que se puede rastrear con precisión. La posición de esos puntos se utiliza para crear un modelo en 3-D de los ojos con el que calcular qué parte de la pantalla está mirando el usuario; la información se actualiza 40 veces por segundo.
El sistema puede rastrear con precisión la dirección de la mirada del usuario hasta cerca de 0.5 grados, lo que se traduce en aproximadamente la mitad de una pulgada en la pantalla del ordenador portátil. Un usuario puede cambiar de posición, afirma Barclay, pero la cabeza debe mantenerse dentro de un volumen de aproximadamente dos metros cúbicos. Debido a que el hardware está montado en la pantalla LCD del portátil y se mueve con ella, los esfuerzos de un usuario por acomodar el ángulo de visión limitado de la pantalla mediante el ajuste de la posición de la cabeza y el dispositivo de seguimiento normalmente aseguran que los ojos permanezcan en el rango de cámara adecuado.
La tecnología de seguimiento ocular de Tobii se ha utilizado durante años en la investigación académica, en productos especializados para personas que no pueden utilizar las interfaces de ordenador convencionales, así como por diseñadores de varias disciplinas, desde sitios web a envases de productos. "Hemos construido este prototipo conceptual para ver lo cerca que estamos de estar listos para utilizar el seguimiento de los ojos en el mercado masivo", afirma Barclay. "Pensamos que podría estar listo".
Manu Kumar, que trabajó en técnicas de seguimiento de ojos en la Universidad de Stanford y en la actualidad dirige la firma de capital riesgo K9 Ventures, en fase semilla, afirma que esas tecnologías, si se diseñan bien, tienen mucho que ofrecer a la mayoría de los usuarios de ordenadores. "Para los ordenadores, los seres humanos son en realidad sólo un dedo grande; todo se basa en ese modo de entrada de entrada de datos", asegura. "El uso del seguimiento ocular aumenta el ancho de banda entre el hombre y el ordenador".
Sin embargo, para tener éxito, un sistema debe utilizar la mirada como lo hacen los humanos cuando interactúan cara a cara, afirma Kumar: para entender la intención de una persona, y no simplemente como una nueva forma de manejar un cursor. "Cuando en la actualidad presiono Página Abajo para desplazarme a lo largo del texto, el ordenador no tiene idea de hasta dónde había llegado y a menudo hace que me pierda", afirma. "Cuando la mirada se utiliza como entrada de datos aumentada, podemos hacer las cosas de una manera más eficiente".
Kumar creó y probó una característica similar a Tobii que hacía un scroll automático cuando una persona llegaba al final de una página. Para ayudar al usuario a seguir el desplazamiento, su versión desvanecía el texto que ya había sido leído; llegó a ser popular en las pruebas de usuario, afirma. No obstante, una aplicación de mapeo que usaba la mirada para hacer zooms tuvo menos éxito, dado que si el sistema calculaba mal la posición de los ojos del usuario por aunque fuera por poco margen, el error se magnificaba.
Tobii y Lenovo es probable que encuentren muchas maneras en las que los consumidores podrían utilizar la tecnología de seguimiento ocular, aunque todavía tendrán que enfrentarse a la realidad económica. "La pregunta clave es, ¿cuánto cuesta?" , afirma Kumar. "Creo que será necesario crear un volumen muy alto de unidades—probablemente millones—para que el hardware sea lo suficientemente barato como para usarse en ordenadores portátiles de consumo".