La industria de la construcción, responsable de una parte considerable de las emisiones globales de CO2, afronta su transición hacia la sostenibilidad. En este contexto, compañías como la mexicana Cemex están liderando la innovación, implementando tecnologías que van desde la inteligencia artificial hasta el reciclaje avanzado.

En una conversación con MIT Technology Review en español, Ricardo Naya, presidente de Cemex México, comparte cómo la empresa se ha enfocado en la producción de cemento con menor huella ambiental sin descuidar ninguna de sus otras apuestas, como la integración de la IA generativa en sus procesos productivos o el desarrollo de nuevos materiales.

Desde hace cinco años, está al frente de Cemex México, la unidad más grande de la compañía, con 18.000 colaboradores y una gran responsabilidad, dada la relevancia histórica y económica de la compañía en el país. ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta llegar a su posición actual en Cemex?

Mi trayectoria en Cemex es bastante común entre el liderazgo de la compañía y mi caso se repite en compañeros del comité ejecutivo y también en mi equipo directivo. Tengo 28 años trabajados aquí, toda mi vida profesional. He trabajado en todas las regiones donde Cemex opera y he vivido en seis ciudades en América y Europa, lo cual es un reflejo del modelo de desarrollo de talento de Cemex.

Comencé en un programa de desarrollo profesional para recién licenciados y trabajé en planeación estratégica, tanto a nivel país como corporativo, incluyendo mergers and adquisitions [fusiones y adquisiciones]. Luego, pasé cinco años liderando el área comercial de Cemex México, lo que me permitió conocer profundamente a nuestros clientes y desarrollar relaciones de largo plazo. Finalmente, he gestionado diversas operaciones, lo que me ha dado experiencia en dirección general.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta Cemex actualmente?

El desafío principal es cómo mejorar el cemento y el concreto [hormigón] sin comprometer su desempeño. Es importante destacar que el concreto es el segundo producto más consumido por la humanidad, después del agua potable. Esto se debe a su durabilidad y a que sus componentes son fácilmente disponibles en todo el mundo y su costo, relativamente bajo.

Sin embargo, tiene un impacto considerable en el medio ambiente. La industria del cemento es responsable de aproximadamente el 7% de las emisiones globales de CO2, lo que la convierte en una de las más difíciles de descarbonizar o hard to abate [difíciles de abatir], como señalaba Bill Gates. A pesar de ello, en los últimos cinco años hemos visto avances significativos que demuestran que es posible reducir de manera sustancial estas emisiones, lo que nos llena de optimismo.

El impacto ambiental del cemento y el uso de arena también son preocupantes. ¿Cómo aborda Cemex estos retos?

En cuanto a la extracción de arena se están poniendo cada vez mayores restricciones para poder extraer recursos de la tierra. Eso nos está llevando a encontrar nuevas fuentes, sobre todo el reciclaje. Porque, el concreto, al igual que el vidrio, es 100% reciclable. Tú puedes tener una obra que llega al final de su ciclo, un puente, por ejemplo, y que se tiene que rehacer. Pues se tumba y se recicla el material. Algunos mercados, como EE UU, están poniendo ciertas reglas del juego que obligan a los actores a encontrar nuevas fuentes para seguir suministrando los productos que también la sociedad requiere. En México estas regulaciones están en una etapa muy temprana. En Ciudad de México o Monterrey ya te empiezan a pedir que tus concretos lleven parte reciclada.

Hablaste de gestión de residuos y el uso de combustibles alternativos. ¿Cómo ha avanzado Cemex en este aspecto?

Llevamos 30 años trabajando en la gestión de residuos a través de nuestro negocio Regenera, que se centra en transformar residuos sólidos urbanos en combustibles alternativos. Esto no solo reduce el uso de combustibles fósiles, sino también la cantidad de residuos que terminan en vertederos, lo que contribuye a mitigar emisiones de gases como el metano. Actualmente, gestionamos cerca del 30% de los residuos de la Ciudad de México, utilizándolos para nuestras operaciones, lo que ha sido clave en nuestra estrategia de descarbonización.

¿Qué iniciativas están tomando para afrontar el problema del agua?

Hemos identificado las zonas de alto estrés hídrico en México y adaptado nuestras operaciones para utilizar agua no potable. Hemos acelerado estas acciones tras la crisis hídrica en Monterrey y logramos  que el 50% del agua que usábamos en nuestras plantas proviniera de fuentes no potables el año pasado. El mes pasado llegamos al 60%. Estamos muy confiados en que alcancemos la meta del 100% de agua no potable que nos marcamos para 2030 algunos años antes.

¿Cómo está Cemex utilizando la inteligencia artificial en sus operaciones?

Cemex ha hecho una alianza muy importante con Microsoft. Ustedes saben que Microsoft va a la vanguardia, gracias a su colaboración con OpenAI, y nos han puesto como parte de un piloto para ser de los primeros en usar las herramientas que están lanzando. Como parte de esta colaboración, Cemex utiliza un producto basado en inteligencia artificial (IA) generativa que facilita la interacción con los clientes. Este chatbot está entrenado con las características de los productos de Cemex, permitiendo a los clientes hacer preguntas y recibir recomendaciones sobre soluciones específicas, como qué tipo de resistencia utilizamos para pavimentar un estacionamiento. Anteriormente, estas consultas eran gestionadas por asesores comerciales, pero ahora el modelo de lenguaje proporciona respuestas de manera automatizada, agilizando el proceso de atención.

Otro avance significativo es el sistema MARIA (Monitoreo y Asistencia Remota con Inteligencia Artificial), diseñado para mejorar la gestión de las plantas de cemento. Este sistema, que actúa como un copiloto para los operadores, utiliza Python para recopilar datos en tiempo real de los equipos, ofreciendo alertas y recomendaciones predictivas. Tradicionalmente en la industria tú verificas la calidad del concreto a posteriori. Tú le entregas el concreto a un cliente, se saca una muestra y esperas 7 días, 28 días… para hacer una prueba de resistencia. En lugar de gestionar las plantas de manera reactiva, como se hacía antes, MARIA permite intervenciones preventivas, ayudando a optimizar las operaciones. Permiten predecir el desempeño sin tener que esperar a la prueba física.

La digitalización está impulsando el desarrollo de nuevos materiales de construcción, que incluso emplean plástico reciclado. ¿Esto se acelerará con las nuevas tecnologías?

Sí, aunque nuestra industria pueda parecer de evolución lenta, hay una verdadera revolución. Recientemente, en nuestro Centro de Innovación y Desarrollo, lanzamos concretos fotoluminiscentes que, al captar energía solar durante el día, iluminan espacios públicos sin necesidad de electricidad. Además, estamos experimentando con impresoras 3D para la construcción de estructuras con concreto.

Otro proyecto interesante es el concreto que "habla", un material al que se le incorporan sensores que proporcionan información específica del concreto utilizado, lo que facilita su identificación y seguimiento. Además, estamos utilizando plástico reciclado en el desarrollo de un concreto permeable, llamado "hidroplasticreto", que puede contener unas 470.000 bolsas plásticas de difícil reciclaje por metro cúbico y que es capaz de permitir el paso de agua. Esto es clave para reducir la contaminación de ríos y mares.

¿Cómo vislumbras el futuro de la industria y el de Cemex?

El propósito de Cemex es claro: construir un futuro sostenible. Sabemos que este camino es a largo plazo, pero estamos comprometidos con metas ambiciosas. En este proceso, la innovación y la sostenibilidad serán claves para diferenciarnos. A medida que las ciudades crezcan, la demanda de nuestros productos aumentará, tanto por renovación de infraestructuras como por nuevas obras. Sin embargo, la clave será ofrecer soluciones cada vez más sostenibles y Cemex está siendo protagonista en esta carrera.