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Xi Jinping, presidente de China, sobre un fondo que simula un radar

STEPHANIE ARNETT/MITTR | WIKIMEDIA, PUBLIC DOMAIN

Inteligencia Artificial

Drones submarinos: protagonistas en un posible conflicto entre Taiwán y China

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Un nuevo estudio sobre conflictos bélicos ha demostrado que las tecnologías de vanguardia pueden ser decisivas

  • por James O'Donnell | traducido por
  • 25 Junio, 2024

Un posible futuro conflicto entre Taiwán y China estaría caracterizado por nuevos sistemas de guerra con drones submarinos avanzados y mayor autonomía, según un nuevo estudio del instituto de investigación Center for a New American Security (CNAS). El informe llega en un momento en el que ha aumentado la preocupación por la agresión de Pekín (China) a Taiwán: China envió decenas de globos de vigilancia al Estrecho de Taiwán en enero, durante las elecciones taiwanesas, y en mayo dos buques de guerra chinos entraron en aguas restringidas de Taiwán. El Departamento de Defensa estadounidense ha declarado que prepararse para posibles hostilidades es una "prioridad absoluta", aunque no se espera ningún conflicto de este tipo de forma inmediata.

Los autores del informe detallan una serie de formas en las que el uso de drones en cualquier conflicto en el Mar de la China Meridional diferiría notablemente de las prácticas actuales, especialmente de las de la guerra de Ucrania, a menudo calificada como la primera guerra de drones a gran escala.

Diferencias con el campo de batalla ucraniano

Desde que Rusia invadió Ucrania en 2022, los drones han estado ayudando en lo que los expertos militares describen como los tres primeros pasos de la "cadena de muerte" —encontrar, apuntar y rastrear un objetivo—, así como en la entrega de explosivos. Los drones tienen una vida corta, ya que a menudo son derribados o inutilizados por dispositivos de interferencia de frecuencias que impiden a los pilotos controlarlos. Según el informe, los cuadricópteros —los drones comerciales que se utilizan a menudo en la guerra— solo duran una media de tres vuelos.

Drones como estos serían mucho menos útiles en una posible invasión de Taiwán. "Ucrania-Rusia ha sido un conflicto eminentemente terrestre, mientras que el conflicto entre EE UU y China sería principalmente aéreo y marítimo", afirma Zak Kallenborn, analista de drones y miembro adjunto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales que no participó en el informe, pero que coincide ampliamente con sus predicciones. Los drones de pequeño tamaño, disponibles y popularizados en Ucrania, tienen tiempos de vuelo demasiado cortos para ser utilizados con eficacia en el Mar de la China Meridional.

Una guerra submarina

Un conflicto con Taiwán probablemente haría uso de drones submarinos y marítimos. Según los autores del informe, Taiwán se encuentra a solo 100 millas (161 kilómetros, aproximadamente) de la China continental, por lo que es probable que los primeros días de un conflicto de este tipo se desarrollen en el Estrecho de Taiwán. El Zhu Hai Yun, el portaaviones autónomo chino de alta tecnología, podría enviar sus drones submarinos autónomos en busca de submarinos estadounidenses. Los drones podrían lanzar ataques que, aunque no hundieran los submarinos, tendrían la capacidad de desviar la atención y los recursos de EE UU y Taiwán.

También es posible que China inunde el Mar de la China Meridional con barcos teledirigidos señuelo para "dificultar a los misiles y submarinos estadounidenses la distinción entre barcos de gran valor y buques comerciales sin tripulación y sin valor", escriben los autores. Aunque la mayor parte de la innovación en drones no se centra en aplicaciones marítimas, estos usos no carecen de precedentes: las fuerzas ucranianas llamaron la atención por modificar motos acuáticas para que funcionaran por control remoto y utilizarlas para intimidar e incluso hundir buques rusos en el Mar Negro.

Más autonomía

En la actualidad, los drones tienen muy poca autonomía. Suelen estar pilotados por personas y, aunque algunos son capaces de autopilotarse hasta un punto GPS fijo, no resultan muy útiles en un escenario bélico, en el que los objetivos están en movimiento. Pero, según los autores del informe, la tecnología autónoma se está desarrollando rápidamente, y el país que posea una flota más sofisticada de drones autónomos contará con una ventaja significativa.

Tanto en EE UU como en China se están invirtiendo millones de dólares en investigación en materia de defensa en el campo de los "enjambres", una estrategia mediante la que los drones navegan de forma autónoma en grupos y llevan a cabo tareas. La tecnología aún no se ha desplegado, pero si tiene éxito, podría cambiar las reglas del juego en cualquier conflicto potencial. 

Según los autores, un conflicto marítimo también podría ofrecer un punto de partida más fácil para la navegación basada en IA, ya que el reconocimiento de objetos es más sencillo en la "superficie relativamente despejada del océano" que en tierra.

Las ventajas de China

Una de las principales ventajas de China en un posible conflicto es su proximidad a Taiwán; cuenta con más de tres docenas de bases aéreas en un radio de 500 millas (805 kilómetros, aproximadamente), mientras que la base estadounidense más cercana está a 478 millas (769 kilómetros, aproximadamente), en Okinawa. Pero una ventaja aún mayor es que produce más drones que cualquier otra nación. "China domina el mercado de los drones comerciales, sin lugar a dudas", afirma Stacie Pettyjohn, coautora del informe y directora del programa de defensa del CNAS. Eso incluye drones del tipo utilizado en Ucrania.

Para que Taiwán pueda utilizar estos drones chinos para sus propias defensas, primero tendría que realizar la compra, lo que resultaría difícil porque el gobierno chino podría bloquearla. Luego, tendrían que piratearlos y desconectarlos de las empresas que los fabricaron, o bien esos fabricantes chinos podrían apagarlos a distancia o lanzar ciberataques. Ese tipo de pirateo es inviable a gran escala, por lo que Taiwán se encuentra aislada del principal proveedor de drones comerciales del mundo y debe fabricar sus propios drones o buscar fabricantes alternativos, probablemente en EE UU. El miércoles 19 de junio EE UU aprobó la venta a Taiwán de 1.000 drones de uso militar por valor de 360 millones de dólares (336 millones de euros, aproximadamente).

Por ahora, los expertos solo pueden especular sobre el uso que se podría dar a esos drones. Aunque prepararse para un conflicto en el Mar de la China Meridional es una prioridad para el Departamento de Defensa, es una de tantas, dice Kallenborn. "En mi opinión, lo más sensato es reconocer que potencialmente habrá que hacer frente a todos estos problemas", afirma. "No obstante, no conocemos los detalles concretos de cómo se resolverán".

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