Wuxi, el centro chino del envasado de chips, está invirtiendo en la investigación de ‘chiplets’ para potenciar su papel en la industria de semiconductores
Este artículo apareció por primera vez en China Report, el boletín de MIT Technology Review sobre tecnología en China. Suscríbete para recibirlo en tu bandeja de entrada todos los martes.
El mes pasado, MIT Technology Review desveló su selección de 10 tecnologías revolucionarias de 2024. Se trata de los avances tecnológicos que creemos que cambiarán nuestras vidas hoy o en algún momento del futuro. Entre ellos, hay uno que interesa específicamente al sector tecnológico chino: los chiplets.
Sobre ello escribo hoy en un nuevo artículo. Los chiplets -el nuevo método de fabricación de chips que los divide en módulos independientes para reducir los costes de diseño y mejorar el rendimiento informático- pueden ayudar a China a desarrollar chips más potentes a pesar de las sanciones del gobierno estadounidense que impiden a las empresas chinas importar ciertas tecnologías clave.
Fuera de China, los chiplets son una de las vías alternativas que la industria de semiconductores podría tomar para mejorar el rendimiento de los chips de forma rentable. En lugar de intentar meter más y más transistores en un mismo chip, el planteamiento de los chiplets propone que las funciones de un chip puedan separarse en varios dispositivos más pequeños, y cada componente podría ser más fácil de fabricar que un potente chip de una sola pieza. Empresas como Apple e Intel ya han fabricado productos comerciales de este modo.
Pero dentro de China, la tecnología adquiere otro nivel de importancia. Las sanciones de EE UU impiden a las empresas chinas adquirir los chips más avanzados o el equipo para fabricarlos, por lo que tienen que encontrar la manera de aprovechar al máximo las tecnologías de que disponen. Y los chiplets resultan útiles en este caso: si las empresas pueden fabricar cada chiplet al nivel más avanzado de que sean capaces y ensamblar estos chiplets en un sistema, puede actuar como sustituto de chips de vanguardia más potentes.
La tecnología necesaria para fabricar chiplets no es tan nueva. Huawei, el gigante tecnológico chino que tiene una filial de diseño de chips llamada HiSilicon, experimentó con su primer producto de diseño de chiplets en 2014. Pero la tecnología cobró importancia para la empresa después de que en 2019 fuera objeto de estrictas sanciones por parte de Estados Unidos y ya no pudiera trabajar con fábricas extranjeras. En 2022, el entonces presidente de Huawei, Guo Ping, dijo que la empresa esperaba conectar y apilar módulos de chips menos avanzados para mantener la competitividad de los productos en el mercado.
Actualmente, se está invirtiendo mucho dinero en el sector de los chips. El gobierno y los inversores chinos han reconocido la importancia de los chiplets y están invirtiendo fondos en proyectos académicos y nuevas empresas.
En particular, hay una ciudad china que ha apostado fuerte por los chiplets, y es muy probable que nunca hayas oído su nombre: Wuxi (pronunciado uu-schi).
A medio camino entre Shanghai y Nanjing, Wuxi es una ciudad de tamaño medio con una fuerte industria manufacturera. Y tiene una larga historia en el sector de los semiconductores: el gobierno chino construyó allí en los años 60 una fábrica estatal de obleas. Y cuando el gobierno decidió invertir en la industria de semiconductores en 1989, el 75% del presupuesto estatal se destinó a la fábrica de Wuxi.
En 2022, Wuxi contaba con más de 600 empresas de chips y sólo estaba por detrás de Shanghái y Pekín en cuanto a competitividad de la industria de semiconductores. En particular, Wuxi es el centro del empaquetado de chips: los pasos finales del proceso de ensamblaje, como la integración de la pieza de silicio con su carcasa de plástico y la comprobación del rendimiento del chip. JCET, la tercera empresa de embalaje de chips del mundo y la mayor de su clase en China, se fundó en Wuxi hace más de cinco décadas.
Su prominencia en el sector del envasado da a JCET y Wuxi una ventaja en los chiplets. En comparación con los chips tradicionales, los chiplets se adaptan mejor a capacidades de fabricación menos avanzadas, pero requieren técnicas de embalaje más sofisticadas para garantizar que los distintos módulos puedan funcionar juntos sin problemas. Por eso, Wuxi puede ir un paso por delante de otras ciudades en el desarrollo de chiplets.
En 2023, Wuxi anunció su plan de convertirse en el "Valle de los Chiplets". La ciudad se ha comprometido a destinar 14 millones de dólares a subvencionar empresas que desarrollen chiplets en la región, y ha creado el Instituto Wuxi de Tecnología de Interconexión para centrar los esfuerzos de investigación en los chiplets.
Wuxi es un gran ejemplo del papel oculto de China en la industria mundial de semiconductores: en relación con sectores como el diseño y la fabricación de chips, el embalaje requiere mucha mano de obra y no es tan deseable. Por eso, en los países occidentales no queda capacidad de envasado y lugares como Wuxi suelen pasar desapercibidos.
Pero con la oportunidad que brindan los chiplets, así como otros avances en técnicas de empaquetado, existe la posibilidad de que el empaquetado de chips vuelva a ocupar un lugar central. Y China está apostando fuerte por esa posibilidad ahora mismo para aprovechar uno de sus pocos puntos fuertes nacionales y salir adelante en la industria de los semiconductores.