Hans Zimmer, 1; inteligencia artificial, 0.

Cuando Gareth Edwards, director de Rogue One: una historia de Star Wars (2016), estaba pensando en la banda sonora para The Creator, su nueva película sobre inteligencia artificial, decidió probar a componerla con IA y obtuvo unos resultados "bastante buenos".

"La parte descarada de mí pensó que sería mejor si no se lo contáramos a nadie, hicimos la banda sonora y la mantuvimos en secreto, como si nos hubiéramos inventado el nombre de una persona. Luego, cuando todo estuvo hecho... 'Jaja, en realidad era IA'", dijo Edwards en una entrevista en LinkedIn Live con MIT Technology Review.

Edwards había pedido a una productora musical de IA no especificada que utilizara la tecnología para crear una banda sonora al estilo de Hans Zimmer, el oscarizado compositor.

El sistema de IA generó una pista que tal vez era un "7 sobre 10", explicó Edwards. "En el fondo pensaba: 'Pero la razón por la que acudes a Hans Zimmer es porque es un 10 sobre 10'", añadió.

Edwards, que acabó llamando a Hans Zimmer -el humano de carne y hueso- para la banda sonora de su película, afirmó que le reprodujo al compositor la pista generada por IA. T, según cuenta, Zimmer lo encontró divertido. El compositor no estaba disponible para hacer comentarios.

El experimento de Edwards aborda un tema que se encuentra en el centro de una de las mayores luchas a las que se enfrenta Hollywood en la actualidad. Los artistas y creadores están en pie de guerra por la IA generativa. Hollywood se encuentra en un punto muerto debido a la huelga de actores y guionistas por unas condiciones laborales más justas y el uso de la IA generativa en la industria cinematográfica. También hay fuertes protestas de autores y artistas que sostienen que las empresas tecnológicas les roban su propiedad intelectual al rastrear indiscriminadamente la web en busca de imágenes y texto. Artistas de renombre, como la cómica y escritora Sarah Silverman, han demandado a empresas de IA por infracción de derechos de autor.

Aún es pronto para que la IA genere música, lo que podría explicar por qué Edwards obtuvo aquellos resultados, afirma Henry Ajder, experto en IA generativa.

"Según mi experiencia, algunas composiciones musicales de IA bastante sencillas son convincentes. Es difícil distinguir entre una composición generada por IA y otra interpretada por un ser humano", afirma Ajder. 

Sin embargo, generar una pieza larga al estilo de Hans Zimmer es más complejo que una simple melodía de piano con un solo instrumento, añade el experto. Los sistemas de IA están limitados por los datos de entrenamiento, mientras que el Zimmer humano tiene su imaginación y todo el mundo que le rodea para inspirarse.

Edwards afirma que los sistemas de IA carecen de una habilidad fundamental para crear buen arte: el gusto. Aún no entienden lo que los humanos consideran bueno o malo. Por eso cree que, en lugar de temer a la IA, los creativos deberían utilizarla. "Todos son conscientes de que va a llegar. Es una herramienta", afirma Edwards. "Estarán bien quienes no nieguen que se está produciendo este avance, lo adopte, aprenda, e intente utilizarlo como una herramienta".

Edwards estableció paralelismos entre el auge actual de la IA y la invención de Photoshop, el programa de edición fotográfica.

Cuando salió Photoshop, recuerda, el debate público fue sobre cómo el software "era sacrílego".

"Al final lo superamos. Ahora, Photoshop ha creado tantas oportunidades para tantas personas que hacen arte. No me gustaría volver atrás", afirma Edwards.

La inteligencia artificial supondrá un seísmo para la industria, de la misma manera que lo hizo la invención de la cámara o los efectos visuales digitales en Parque Jurásico (1993), dijo Edwards: "Solo es otro de esos, espero".