David Mackanic (30 años) está abriendo nuevas posibilidades en electrónica con la creación de baterías que pueden doblarse y flexionarse.

Las baterías de iones de litio, que alimentan la mayoría de los aparatos electrónicos de consumo, suelen ser rígidas y voluminosas, por lo que limitan el diseño y el funcionamiento de los nuevos productos. Gran parte del problema es el electrolito, la parte química de la batería que permite que la carga pase entre dos terminales. La mayoría de los electrolitos están hechos de líquidos altamente combustibles, lo que implica que las baterías de iones de litio necesitan una carcasa protectora muy pesada para evitar incendiarse.

Como fundador de Anthro Energy, una start-up de Silicon Valley, Mackanic cree haber encontrado una solución. Una idea que desarrolló como estudiante de doctorado en la Universidad de Stanford (EE UU) y que consiste en un electrolito fabricado con un polímero sintético. Mientras que los anteriores electrolitos poliméricos eran más débiles o poco conductores, el suyo es lo bastante robusto como para doblarse sin mermar su rendimiento. Como el polímero no es inflamable, las baterías fabricadas con él no necesitan una carcasa rígida y pueden integrarse más fácilmente en los aparatos que alimentan. "Ahora se pueden diseñar dispositivos con ellas [las baterías], no en torno a ellas", afirma Mackanic.

Anthro Energy, que Mackanic lanzó en 2021, se ha asociado con varias empresas para probar sus baterías en diferentes aparatos electrónicos, incluyendo wearables como los relojes inteligentes o pulseras fitness, auriculares de realidad virtual y vehículos eléctricos. A largo plazo, Mackanic cree que su producto podría mejorar en un 30% la autonomía de los vehículos eléctricos, al permitir a los fabricantes colocar más celdas de batería en un espacio fijo.