Después de haber conquistado gran parte de internet, parece lógico que Google también trate de hacer lo mismo con la televisión. No obstante, la plataforma Google TV, presentada ayer durante la conferencia anual para desarrolladores I/O en San Francisco, podría enfrentarse a muchos problemas.

El objetivo de la plataforma, afirmó el director de producto senior Rishi Chandra, es ofrecer "lo mejor de lo que la televisión tenga que ofrecer hoy en día, así como lo mejor de lo que la red pueda ofrecer." Sin embargo, un análisis más profundo de lo que se conoce acerca de Google TV hasta la fecha sugiere que la compañía aún tiene trabajo por hacer si es que la nueva plataforma quiere estar a la altura de lo que promete.

Google TV es una versión modificada del sistema operativo de código abierto Android para teléfonos móviles. Está diseñada para funcionar en descodificadores conectados a internet y televisiones de alta definición. La plataforma fue desarrollada en colaboración con Sony, Logitech, y el fabricante de chips Intel, que se encarga de suministrar los procesadores Atom, relativamente potentes—unos chips que ya se utilizan en algunos ordenadores portátiles—para formar el hardware de Google TV. El hardware anunciado hasta ahora consta de dos tipos de dispositivos: unos televisores Sony y un descodificador fabricado por Logitech. Ambos estarán disponibles en las tiendas Best Buy en otoño.

Los usuarios de Google TV podrán buscar vídeos escribiendo en un teclado inalámbrico, o hablando a través de un teléfono móvil Android conectado. Los resultados podrían incluir emisiones de televisión en directo, sitios para ver los programas por internet como Netflix o Amazon, o transmisiones futuras que pudieran ser grabadas en el DVR. Los dispositivos Google TV también ejecutarán el navegador Chrome y serán capaces de reproducir videos Flash de internet.

Un problema de Google TV, sin embargo, será su integración con otros equipos de TV. Será fácil sacar el máximo provecho de Google TV si se es suscriptor de pago del proveedor vía satélite Dish Network. Esta compañía se ha asociado con Google para crear un protocolo de internet a medida con el que controlar su descodificador de satélite y sus equipos DVR—un sólo clic nos llevará desde un resultado de búsqueda hasta una retransmisión en directo, o hará que el DVR se ponga a grabar.

"Fui a ver la demo de Logitech y, usando Dish Network, la experiencia de usuario se desarrolla sin sobresaltos", afirma Colin Dixon, analista de TDG Research. "Con un proveedor diferente, parte de su valor se va a perder". Sin el nuevo tipo de vínculo desarrollado para los descodificadores de Dish, la integración con otros tipos de hardware no será tan sencilla. El descodificador de Logitech transmitirá los comandos a otros dispositivos a través de un repetidor de infrarrojos.

Esta nueva plataforma es abierta, por lo que cualquier proveedor de televisión podría diseñar sus equipos para conectarse con Google TV. No obstante, el mayor problema al que Google se enfrenta al tratar de ofrecer una buena experiencia de TV reside en tratar de hacer que los proveedores de contenido estén de su parte, afirma Jonathan Taplin, asesor de economía de medios digitales y director del Laboratorio de Innovación Annenberg en la Universidad del Sur de California. Señala que Dish Network es un proveedor relativamente pequeño y que no tiene acceso a todos los contenidos de calidad que poseen grandes empresas de cable como Comcast. "Estoy seguro de que querían contar con alguien más subido en el podio ayer, al margen de Dish", señala.

Por desgracia para Google, las compañías de cable podrían no estar interesadas en hacer que sus servicios de suscripción fueran compatibles con Google TV, por miedo a entregar información valiosa sobre sus clientes. Estas empresas han tratado de eludir las acciones de la Comisión Federal de Comunicaciones de los EE.UU. para hacer que los descodificadores de cable sean más abiertos. De igual modo, los proveedores de contenido se han resistido a los intentos por conectar los aparatos de televisión a sus servicios de internet. Google admitió ayer que será posible que los sitios de vídeo gestionados por proveedores de contenidos, como por ejemplo Hulu, bloqueen el acceso a los usuarios de Google TV. "Realmente tienen que conseguir colocarse del lado de algunos de los principales proveedores de contenidos", afirma Dixon.

En cuanto a la entrega de lo mejor de internet, Google, una vez más, depende de terceros. Durante su intervención en una conferencia de prensa tras el lanzamiento, Chandra afirmó que era sorprendente la cantidad de sitios que podían traducirse a una pantalla más grande sin problemas, aunque admitió que los desarrolladores de internet necesitarían diseñar páginas a medida para así proporcionar a los usuarios de Google TV la mejor experiencia posible.

"Creo que ocurrirá lo mismo que ocurrió con el móvil—cuando los proveedores de contenidos véan ese nuevo tipo de tráfico, harán algo al respecto", aseguró Chandra. Google ya ha lanzado un conjunto de herramientas para ayudar a los desarrolladores a crear páginas web diseñadas para su plataforma de televisión.

Google también se ha dirigido a los desarrolladores de aplicaciones móviles Android para ayudarles a crear una nueva funcionalidad para la plataforma. Los dispositivos Google TV ejecutarán aplicaciones preexistentes de telefonía móvil que no dependan de las funciones del teléfono, así como las destinadas a la plataforma en sí. La compañía presentó un ejemplo durante el lanzamiento. Consistió en pasar los subtítulos de una emisión a través del servicio de traducción web de Google para crear subtítulos en directo en cualquier idioma.

Dixon afirma que la potencia de los dispositivos Google TV, que cuentan con un procesador de 1,2 gigahercios normalmente utilizado en ordenadores portátiles pequeños, permitirá a los desarrolladores crear nuevas experiencias para los espectadores. Como ejemplo de ello encontramos aplicaciones que fomenten la socialización en torno a los contenidos de la televisión. Estas aplicaciones—que pueden ser de pago—también podrían hacer que los proveedores de contenidos se adentrasen en la nueva plataforma, por ejemplo mediante el desarrollo de aplicaciones para dicha plataforma que permitiesen que los contenidos se recogiesen desde internet, señala Dixon . También cree que este tipo de aplicaciones serían populares entre los espectadores, y en última instancia podrían animar a los propietarios de contenidos a que aceptasen la plataforma: "Si empiezan a ofrecer aplicaciones de Android, entonces sí que veremos cómo cambian las cosas".