Un ingenioso software emplea los datos abiertos de Open Street Maps para acelerar la creación de mapas y otras herramientas de planificación urbana. Además de su artístico resultado, el enfoque podría lograr que el urbanismo se convierta por fin en una ciencia basada en pruebas
En 1748, el topógrafo italiano Giambattista Nolli publicó un mapa de Roma (Italia) que se ha convertido en uno de los trabajos más influyentes en la historia de la planificación urbana. El mapa de Nolli era un plano meticulosamente detallado de la ciudad. Incluía el diseño de los edificios y las calles, así como los espacios públicos cerrados, como las columnatas de la Plaza de San Pedro.
Desde entonces, el método de Nolli, conocido como icnografía, ha sido copiado por los planificadores urbanos. De hecho, sus mapas de Roma eran tan buenos que el Gobierno local siguió usándolos hasta la década de 1970.
En esa época, a los urbanistas les interesaba comparar los espacios construidos y los no construidos con planos similares a los de Nolli. Estos diagramas, llamados gráficos de áreas, muestran las zonas construidas en negro y las no construidas en blanco.
En la década de 1990, el planificador urbano Allan Jacobs los utilizó para comparar las los kilómetros cuadrados del centro de las ciudades de todo el mundo. Los mapas mostraban y comparaban claramente las estructuras tipo cuadrícula de las ciudades como Nueva York (EE. UU.), las redes más complejas de las ciudades más antiguas como Roma y el enfoque abierto y funcional de las ciudades modernistas como Brasilia (Brasil).
Los topógrafos como Jacobs y Nolli siempre dibujaban sus planos a mano, un trabajo que consume mucho tiempo. Así que a los planificadores urbanos les encantaría disponer de algunas herramientas para crear y comparar sus diagramas más fácilmente.
Eso es justo lo que ha hecho el investigador de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles (EE. UU.) Geoff Boeing, quien ha desarrollado una serie de herramientas informáticas que podrían transformar cómo los planificadores urbanos piensan sobre las ciudades. Estas herramientas pueden crear mapas de Nolli rápidamente, así como gráficos de áreas y varios otros diagramas urbanos que podrían revolucionar la planificación urbana.
El método de Boeing es el resultado de dos proyectos individuales. El primero es la creación de mapas de alta calidad del planeta, disponibles gratuitamente a través de un proyecto llamado Open Street Maps. El segundo es un paquete de software llamado OSMnx creado por Boeing para analizar y visualizar los datos de dichos mapas de código abierto. Gracias a este software, Boeing ha creado planos de Nolli y gráficos de áreas a una escala sin precedentes y muestra cuán diferentes que pueden ser las ciudades.
Pero también ha ido más allá al experimentar con otras formas de visualizar los paisajes urbanos. Por ejemplo, el software también le permite estudiar las propiedades de red de las ciudades y su nivel de desorden: su entropía. Además, ha usado histogramas polares, conocidos como diagramas de rosa, para trazar el número de calles de una ciudad que van en una dirección particular. Esto revela de inmediato si la ciudad sigue una estructura de cuadrícula o un conjunto más aleatorio de orientaciones.
Según el experto en estadística Edward Tufte, uno de los objetivos de la visualización de datos es permitir que los espectadores piensen en los datos de una forma diferente. En su opinión, los buenos diagramas deberían ser instrumentos de la razón. Y no cabe duda de que las visualizaciones de Boeing lo han logrado (aunque no puede decirse lo mismo de la redacción de su investigación).
Una de las principales características de las ciudades es su forma de crear comunidades dinámicas. Se trata de una característica imprecisa: muchos urbanistas han fracasado en sus intentos de crearlas, principalmente porque no comprenden qué factores hacen que las ciudades sean así.
Hay varias teorías sobre la dinámica urbana. Quizás la más convincente sea de la fallecida activista social Jane Jacobs, quien expuso los ingredientes mágicos en su libro Muerte y vida de las grandes ciudades americanas. La experta argumentó que la actividad dinámica de una ciudad solo puede florecer en barrios que cumplan varias condiciones. Por ejemplo, han de cumplir dos o más funciones para que atraigan a personas con diferentes propósitos en distintos momentos del día y de la noche. Las manzanas de una ciudad deben ser pequeñas, con muchas intersecciones que obliguen a los peatones a interactuar. Y los edificios han de ser diversos y densos para alojar una buena mezcla de inquilinos.
La principal crítica al trabajo de Jacobs es que carece de pruebas que lo respalde. Sin embargo, el reciente estudio sobre los conjuntos de datos urbanos ha empezado a confirmar las hipótesis de Jacobs en algunas ciudades reales. En muchos de los casos, visualizarlos claramente sigue siendo un desafío. Pero las herramientas de software de Boeing podrían cambiar eso, especialmente si se pueden aplicar en otros conjuntos de datos.
Ese debería ser un objetivo urgente para los planificadores urbanos. Hay muchos ejemplos de errores atroces en el desarrollo de las ciudades, a menudo por falta de una idea clara de lo que se necesita para que una ciudad sea dinámica.
Este nuevo enfoque basado en datos podría lograr que la planificación urbana por fin se convierta en una ciencia basada en pruebas. Giambattista Nolli seguramente estaría de acuerdo.
Ref: arxiv.org/abs/1910.00118: Spatial Information and the Legibility of Urban Form: Big Data in Urban Morphology