La NASA audazmente intenta llegar a donde ningún filtro ha llegado jamás.
Un sistema nuevo de mantenimiento de vida completo para la Estación Espacial Internacional (ISS) se centra en un sistema de reciclado de agua cuyos filtros y procesos especialmente diseñados limpian los líquidos de desecho (en particular la orina y la transpiración de los astronautas), para que se transformen en agua refrescante y potable.
El sistema, que puede producir 2.800 litros de agua por año, es de fundamental importancia porque permitirá que vivan 6 miembros de la tripulación en la ISS en vez de tres, y reduce la cantidad de agua que debe enviarse desde la tierra dentro del trasbordador a un coste tan elevado, comenta Bob Bagdigian, el gerente del proyecto de sistema de mantenimiento de vida en la ISS, que incluye el sistema de reciclaje de agua.
Mary Beth Edeen, gerente de la oficina de proyectos de hardware del Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston, dice que “es una parte crítica de la vida futura en la estación. Sería como tener una planta de tratamiento de aguas residuales y una planta potabilizadora juntas en una sola”. Un sistema así sería la clave para los viajes futuros tripulados a la luna y algún día a Marte.
El sistema fue desarrollado por el Centro de Vuelos Espaciales Marshall, de la NASA, en Huntsville, AL. Entró en órbita en noviembre a bordo del trasbordador Endeavour y se instaló en el Laboratorio Destiny de los Estados Unidos en la ISS. Se está probando actualmente; se juntaron muestras que volvieron a la tierra mediante el trasbordador para ser analizadas, y se cree que estará en pleno funcionamiento para mayo 2009.
Lo más notable del sistema es su habilidad para transformar la orina del astronauta en agua potable. “Destilar orina en el espacio sin gravedad es una desafío importante”, comenta Bagdigian. Para compensar el entorno con microgravedad, los ingenieros de la NASA desarrollaron un sistema de pre-tratamiento parecido a una centrifugadora.
En este sistema, la cañería lleva la orina a un tambor rotante que gira a gran velocidad, extrae el vapor de agua, que luego se comprime mediante “un proceso de destilación de bajo consumo” dice Bagdigian. El resultado es lo que la NASA llama “destilado de orina purificada”, pero todavía no es lo suficientemente limpio como para que lo beban los astronautas.
Entonces, el destilado se combina con otras fuentes de agua de desecho, incluso humedad extraída del aire de la cabina producida por el aliento y la transpiración de los astronautas. El agua de desecho combinada se pasa por una filtración particulada y a través de capas de material absorbente y otros procesos similares a los que se usan en los sistemas de tratamiento de agua que son simples de usar y que están a la venta.
En el último paso, para sacarle al agua los vestigios de contaminantes orgánicos, fluye a través de un proceso de oxidación catalítica de alta temperatura. El agua se calienta y se le inyecta oxígeno para oxidar a los contaminantes y transformarlos en dióxido de carbono u otros gases que pueden quitarse fácilmente. Y como medida extra, la NASA agrega yodo al agua para tener a los microbios bajo control.
Para asegurarse de que funcione correctamente, el sistema recogerá muestras de agua potable y las mandará a la Tierra en misiones futuras del trasbordador para que las analicen.
El sistema es el primero en purificar orina en el espacio. Los rusos tienen un sistema de procesamiento de agua similar pero más pequeño, que sólo trata agua extraída de la humedad de la cabina.
El sistema nuevo es parte de un plan para expandir la cantidad de miembros de la tripulación que puedan vivir adecuadamente en la ISS sin depender fuertemente de suministros que lleguen desde la tierra. Una vez que se dé de baja al trasbordador (actualmente se piensa que será en 2010), lo que lo reemplace tendrá una capacidad de carga limitada.
El sistema de tratamiento de agua es una parte pequeña pero fundamental de la puesta al día de la ISS de la NASA. La NASA también ha mandado nuevos espacios de alojamiento para la tripulación y equipos para ejercicios físicos.
Bagdigian dice que los ingenieros estaban pensando en el futuro para ver cómo podría funcionar el sistema de agua más lejos en el espacio. Explica que “estamos haciendo planes para establecer presencia permanente en la Luna. Este hardware nuevo nos dará la experiencia operativa con sistemas de mantenimiento de vida para que sepamos qué funciona bien y qué partes debemos mejorar”.