Investigadores y gobiernos empiezan a prepararse para abordar al 99942 Apophis, un cuerpo celeste cuya trayectoria se acercará a nuestro planeta el 13 de abril de 2029. Las primeras simulaciones muestran que nos libraremos por los pelos, pero es necesario contar con otras estrategias
¿Qué haríamos si hubiera una posibilidad pequeña pero importante de que un enorme asteroide estuviera a punto de chocar contra la Tierra? A principios de este mes, científicos y organizaciones gubernamentales se reunieron para pensar en cómo abordar esta peligrosa situación.
En la Conferencia de Defensa Planetaria celebrada la semana pasada en EE. UU. varias organizaciones gubernamentales, entre ellas la NASA y la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias de EE.UU. (FEMA, por sus siglas en inglés), simularon qué sucedería ante el impacto de asteroide (se trata del sexto simulacro de asteroides en el que participa la NASA).
Un equipo internacional de científicos, ingenieros y gestores, como los empleados de la FEMA, ha comenzado a llevar a cabo un simulacro bastante realista de lo que pasaría si un asteroide tuviera un rumbo de colisión directa contra nuestro planeta (se han recreado escenarios similares simulando pandemias causadas por armas biológicas). Este asteroide ficticio, llamado PDC, empezó con una probabilidad de uno entre 100 (el nivel en el que se actuaría en una situación real) de chocar con la Tierra. Cada día, los líderes de los grupos informaron a los participantes con novedades sobre la situación y piden ideas y comentarios sobre cómo manejar la misión de verificación, los posibles intentos de desviación y las estrategias para minimizar los posibles efectos si no se encuentra la manera de evitar el choque con la Tierra.
Al final del segundo día, el asteroide ficticio ya tenía una probabilidad de uno entre diez de chocar contra nuestro planeta. El director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra, Yikes Paul Chodas, explicó a NPR que había diseñado esta trayectoria para "crear tensión en el sistema", colocando al asteroide en una órbita realmente complicada.
Salvados por los pelos
A pesar de que los resultados confirmaron que la colisión podría evitarse por pelos, los investigadores ya se están preparando para abordar un asteroide que se acercará a la Tierra dentro una década. El 13 de abril de 2029 (precisamente un viernes 13), se espera que el asteroide 99942 Apophis de 1340 metros de ancho se sitúe a 31.000 kilómetros por encima de nosotros. Aunque estamos a salvo de él, le recomiendo que marque esta fecha en su calendario, porque es muy probable que pueda verlo pasar.
La imagen de arriba, en la que aparecen los satélites terrestres en órbita como puntos azules, muestra lo cerca que pasará de nosotros. La mayoría de los asteroides que se acercan tanto son bastante más pequeños, y miden entre cinco y diez metros.
Esta vez, los investigadores se enfrentan a una situación única. El asteroide fue descubierto en 2004 y desde entonces, no se le ha prestado demasiado atención. Los investigadores quieren utilizar este aviso anticipado para prepararse y recopilar datos sobre su superficie, forma, composición, órbita e incluso sobre su interior.
Estos datos ayudarán a la investigación científica, pero también podrían proporcionar información útil para desviar a posibles futuros asteroides: la composición interior de una roca puede determinar si se debería romper o simplemente desviar.
La conferencia sirvió para analizar cuáles serían los mejores métodos. En un comunicado de prensa, Chodas explicó: "Obtendremos un importante conocimiento científico que algún día podría usarse para defender el planeta".