Unos nuevos dispositivos 3-D van a llegar a las tiendas, aunque la adopción generalizada puede que no sea tan rápida.
Durante un evento ayer en Boston, Panasonic hizo una demostración de su último producto 3-D: una televisión de plasma 3-D y de alta definición, que sale a la venta el próximo mes por aproximadamente 2,499 dólares. Con un par de gafas de 150 dólares y en una habitación oscura, logré ver escenas de cataratas y escaladas en 3-D con una claridad y nitidez mayor a la que jamás he logrado ver en un cine. Sin dar cifras específicas, Panasonic afirma que vendió todas las otras televisiones en 3-D en los EE.UU. durante la primera semana de ventas.
Una serie de comunicados de Panasonic y otros fabricantes principales, entre los que se incluyen Mitsubishi, Sony, Philips y Toshiba, vienen a señalar que muy pronto los consumidores podrán comprar muchos productos 3-D distintos: televisiones, reproductores de Blu-ray, videojuegos, incluso cámaras y videocámaras. Un nuevo estándar de Blu-Ray para 3-D debería facilitar que las compañías produjesen contenidos 3-D que se reproduzcan en todas las televisiones 3-D.
“Alrededor del 8 por ciento de las televisiones para consumidores que se vendan en los Estados Unidos este año serán en 3-D; el año que viene esa cifra podría duplicarse,” afirma Robert Perry, vicepresidente senior de Panasonic Consumer Electronics Company. Dado que la televisión en alta definición ha tardado unos ocho años en instalarse, Perry predice que “se tardará entre cuatro y cinco años para que la mitad de las televisiones vendidas en los Estados Unidos tengan capacidades 3-D. Después las cifras empezarán a incrementarse muy rápidamente.”
Los fabricantes esperan que la popularidad de las películas en 3-D ayude a que la tecnología entre en los hogares. “Hay una mayor percepción del 3-D,” afirma Jonas Tanenbaum, vicepresidente de marketing de televisiones LCD y LED en Samsung, que este año ofrece 15 modelos de televisión en 3-D en LED y plasma, con precios desde 1,699 hasta 5,000 dólares.
Sin embargo algunos expertos son más escépticos en cuanto a las previsiones sobre la adopción generalizada.
La firma de investigación DisplaySearch predice que se venderán 1,2 millones de televisiones con 3-D este año y alrededor de cuatro millones el año próximo, en comparación con las 200.000 vendidas en 2009. Jennifer Colegrove, directora de tecnología de pantallas de DisplaySearch, afirma que todas estas televisiones en 3-D—que se pueden cambiar fácilmente a modo 2-D—se utilizarán principalmente para visionados en 2-D por ahora. “La mayoría de la gente que se compra una televisión con capacidad 3-D realmente no la ve,” afirma. Un problema, señala Colegrove, es que algunas televisiones en 3-D no funcionan bien bajo luz fluorescente o halógena (la luz interfiere con el emisor infrarrojo que se comunica entre la televisión y las gafas 3-D).
La incompatibilidad de las distintas televisiones 3-D también podría detener a algunos consumidores antes de actualizar sus sistemas de entretenimiento en casa. En el cine, los usuarios se ponen gafas polarizadas “pasivas” para transformar las imágenes borrosas de la pantalla en imágenes en 3-D. Sin embargo, en los cines en casa normalmente hay que usar gafas “activas” con obturador y accionadas mediante baterías, que funcionan mediante la apertura y cierre de una pantalla frente a cada ojo (normalmente unas 60 o 120 veces por segundo) al mismo tiempo que los fotogramas de la pantalla. Las gafas se sincronizan con las imágenes de la televisión normalmente mediante un emisor y receptor infrarrojo. El problema es que las velocidades del obturador y los estándares de transmisión varían entre las distintas televisiones (aunque una compañía llamada XpanD, que fabrica gafas 3-D para cines, afirma que ha desarrollado un tipo de gafas 3-D universales). Otro problema consiste en que muchos de los primeros compradores potenciales probablemente hayan comprado grandes pantallas planas recientemente y se vean menos inclinados a invertir en otra hasta pasado algún tiempo.
Incluso si los consumidores acabasen comprando televisiones 3-D, no hay demasiados contenidos 3-D disponibles. No obstante algunas cadenas como DirectTV y ESPN han prometido empezar a retransmitir en 3-D, y las primeras películas en Blu-Ray 3-D están empezando a salir al mercado. Las televisiones de Mitsubishi, Samsung y Toshiba son capaces de convertir los contenidos 2-D en 3-D mediante el uso de algoritmos que descifran en qué lugar debería darse la sensación de profundidad, aunque los resultados no suelen ser tan vívidos como el de los contenidos filmados en 3-D. “Mi opinión es que estos tipos de tecnologías de conversión serán muy importantes, aunque ahora mismo su calidad no es demasiado alta,” afirma Colegrove.
En un principio, una de las principales fuentes de contenidos en 3-D podría estar localizada en los videojuegos. “No hay duda de que los juegos en 3-D deberían ser una fuerza de empuje para la adopción de estos productos,” afirma Tanenbaum desde Samsung. Durante la demostración de Panasonic, Nvidia mostró su tecnología de juegos en 3-D. La compañía ha convertido alrededor de 400 juegos para PC a modo 3-D. Aunque el 3-D no resaltó tanto como los otros contenidos, fue lo suficientemente notable como para hacer que un juego de carreras se convirtiese en una experiencia más inmersiva.
Los fabricantes esperarán que otro tipo de productos, entre los que se incluyen las cámaras y videocámaras en 3D, animen a que la gente cree sus propios contenidos en 3-D. DisplaySearch predice que para finales de 2010, habrá 10 millones de cámaras y videocámaras 3-D vendidas, en comparación a las cifras previstas de 100.000 para este año. “Creemos que el precio bajará y que la tecnología será mejorada,” señala Colegrove.
Amar Aggoun, investigador en tecnologías de imagen en 3-D en la Universidad Brunel de Londres, está desarrollando un sistema 3-D capaz de mostrar imágenes 3-D sin el uso de gafas. “Para el hogar, donde todo el mundo tendría que ponerse gafas, puede que no resulte tan práctico como el hecho de ir al cine,” afirma, y añade que la visualización de 3-D con gafas “tiende a provocar dolores de cabeza.”
Se han dado varias demostraciones de prototipos de tecnología 3-D sin gafas, aunque Aggoun cree que pasarán alrededor de tres años antes de que llegue al mercado.