La compañía espera que un “pedal inteligente” ayude a difuminar las críticas.
En mitad de la enorme pesadilla dentro de sus relaciones públicas, provocada por una serie de problemas con los frenos de sus automóviles, Toyota está investigando dos informes adicionales esta semana relacionados con aceleraciones no intencionadas en sus vehículos. Ambos casos se han dado en el Prius: uno en Harrison, Nueva York, que dio como resultado una colisión, y otro en una carretera interestatal al este de San Diego.
El problemático fabricante de automóviles ya ha retirado 5,4 millones de vehículos. Ha reemplazado las alfombrillas que, según afirmó la compañía, se enganchaban a los pedales de aceleración, y ha modificado ciertos pedales que podían sufrir tendencia a quedarse bloqueados. Toyota también ha anunciado recientemente que retro-ajustaría algunos modelos con un ‘break-override system’, también conocido como “pedal inteligente.”
Rechaza las afirmaciones que aseguran que el sistema electrónico de aceleración del vehículo podría ser el responsable de las aceleraciones no deseadas.
El 23 de febrero, David Gilbert, profesor de tecnología de la automoción en la Universidad Carbondale del Sur de Illinois, señaló en una vista en el Congreso que fue capaz de provocar un cortocircuito en los componentes electrónicos del pedal de aceleración del Toyota Tundra, haciendo que acelerase automáticamente sin que saltase ningún sistema de seguridad contra errores. El informe de Gilbert fue comisionado por Safety Research & Strategies, una compañía contratada por los abogados que representan a las personas que alegan que las aceleraciones no intencionadas de los vehículos de Toyota fueron las responsables de los accidentes.
Toyota contrató a la firma de asesoría Exponent para que ponga a prueba las afirmaciones del test de Gilbert. El martes, la compañía presentó los resultados de sus propios experimentos, que afirman demostrar que el sistema electrónico en cuestión necesita ser modificado de forma significativa para que funcione de la forma errónea descrita. Christian Gerdes, profesor de ingeniería mecánica en el Centro de Investigación Automotriz de la Universidad de Stanford, y que tomó parte en los experimentos, afirma que Gilbert “creó un circuito de pedal distinto al que diseñaron los ingenieros de Toyota,” y que no refleja con precisión lo que podría ser una situación en el mundo real. (El Centro de Investigación Automotriz de Stanford está afiliado con Toyota.)
“No hemos encontrado ningún problema en el sistema electrónico de control de la aceleración, y lo hemos puesto a prueba de forma rigurosa, extensa, y en numerosas ocasiones en aquellos vehículos sobre los que se han dado quejas,” añade Brian Lyons, director de seguridad de Toyota. Sin embargo, señala Lyons, se instalará un ‘break-override system’ en todos los Toyotas en Norteamérica para finales de año, y a nivel global para finales de 2011.
Esta característica de frenado, que ya se incluye en muchos vehículos, es un programa de software que analiza una serie de sensores en los pedales de aceleración y frenado del vehículo. Si ambos pedales se pisan mientras el vehículo se mueve a una cierta velocidad, el programa le da preferencia al frenado y detiene el motor. Lyons señala que Toyota lleva algún tiempo desarrollando un pedal inteligente. “Fue diseñado para que fuese una característica que se pudiese incluir en los vehículos en el futuro,” afirma.
La semana pasada, durante una comparecencia en el Senado en relación a la retirada de vehículos de Toyota, el secretario de transporte Ray LaHood afirmó que el gobierno podría recomendar que todos los vehículos llevasen pedales inteligentes en el futuro.
“El pedal de freno inteligente corta la energía del motor para que puedas frenar el vehículo más rápidamente,” señala Thomas Plucinsky, director de producto en BMW Norteamérica. Los vehículos de BMW llevan incluyendo el ‘break-override system’ desde 1988. El sistema utiliza dos sensores de posición de estado sólido en el pedal de freno y uno en el acelerador. Chrysler también posee pedales inteligentes en el 97 por ciento de sus vehículos. Sus sistemas hacen que los vehículos pasen a un modo de energía reducida después de dos o cuatro segundos cuando ambos pedales son pisados. Otras compañías de automóviles, incluyendo Mercedes-Benz, Volkswagen y Nissan, poseen estos sistemas de frenado en sus vehículos desde hace años.
El ‘break-override system’ de Toyota utiliza el sensor de posición del pedal acelerador, el sensor de velocidad del automóvil, y la circuitería ligera de frenado. Cuando el sistema detecta que tanto el pedal de freno como el de aceleración están activados—como podría ocurrir cuando el borde de una alfombrilla mantuviese el pedal de aceleración en su sitio al tiempo que el conductor intentase frenar—reduce al motor a una velocidad inactiva. El pedal inteligente se activa cuando el pedal de aceleración se pisa al menos un 25 por ciento y el vehículo se mueve a más de cinco millas por hora, señala Lyons. De esta forma sabe que no tiene que activarse cuando el conductor esté arrancando en una cuesta (liberando el freno al tiempo que el acelerador se presiona ligeramente) o si el conductor pisa momentáneamente el pedal de freno mientras acelera. “Es un sistema muy inteligente y totalmente no intrusivo,” señala Lyons.
No todo el mundo está convencido. Sean Kane, fundador de Safety Research & Strategies, muestra escepticismo ante la idea de que el pedal inteligente de Toyota vaya a solucionar el problema. “No me parece que esta aplicación para a conseguir lo que hay que llevar a cabo,” señala.
Si un conductor de un vehículo con pedal inteligente se encuentra en una situación en la que el sistema tenga que ser activado, el consejo de Plucinsky es el siguiente: “Frene rápidamente. Pise tan fuerte como pueda para detenerse rápidamente y cambiar a modo neutral.”