La fabricación aditiva cada vez es más versátil y ágil, dos características que le están permitiendo penetrar en los procesos de fabricación de industrias de todo tipo. Ya se usa para producir piezas de vehículos, aviones y cohetes, y hasta prototipos de papas fritas
La impresión 3D ya no es una tecnología que solo sirve para hacer baratijas de plástico. Esta innovadora forma de fabricar piezas ya forma parte de todo el ciclo de vida de un producto, afirmó el cofundador de Desktop Metal John Hart en la conferencia EmTech Next organizada esta semana por MIT Technology Review. Hart, quien también es profesor asociado en el MIT, aseguró que la impresión en 3D puede hacer de todo, desde conceptualizar y crear prototipos de un producto hasta producir la unidad final.
La fabricación aditiva (el nombre técnico oficial de la impresión 3D) se utiliza con mayor frecuencia en cada vez más etapas de la vida de un producto, y en un número creciente de industrias. Hart cree que esta evolución es una prueba de la madurez de la tecnología. Cree que dentro de poco, grandes compañías como HP empezarán a diseñar y vender con éxito impresoras 3D, que las empresas de gafas utilizarán la tecnología para revolucionar la cadena de suministro y que la tecnología se utilizará cada vez más para crear piezas aeroespaciales.
La fabricación aditiva está empezando a aportar valor a industrias que tradicionalmente no se consideraban aptas para beneficiarse de la impresión 3D. Hart explicó: "La empresa Frito-Lay utiliza impresoras 3D de bajo coste para imprimir prototipos geométricos de patatas fritas. La compañía enseña estas patatas de plástico a sus clientes para fomentar que apoyen sus nuevas herramientas de producción". Aunque puede que Frito-Lay solo imprima prototipos, otras compañías como Bugatti y Chanel han comenzado a imprimir en 3D sus productos finales.
Hart prevé que las instalaciones de impresión 3D completamente automáticas serán una realidad en los próximos tres a cinco años.
La masificación de la impresión 3D ha estado lastrada por su lentitud a la hora de fabricar piezas, pero en el último año, el laboratorio de Hart ha logrado una mejora importante en la velocidad de impresión. El responsable concluyó: "El prototipado rápido podría ser sustituido por el prototipado instantáneo, y eso sería excelente para a ingeniería, y también las reparaciones de mantenimiento y las operaciones de emergencia".