Escanea todas las estanterías de un comercio y alerta a sus compañeros humanos cuando falta algún producto o está mal colocado
Foto: Un robot llamado Tally recorre los pasillos de un supermercado.
Cuando los clientes no pueden encontrar un producto en las estanterías, supone una molestia. Pero, según algunos cálculos, esto provoca miles de millones en ingresos perdidos cada año para los comerciantes de todo el mundo.
Un nuevo robot que escanea las estanterías, llamado Tally, podría ayudar a asegurar que los clientes nunca se vayan de la tienda con las manos vacías. Vaga por los pasillos y registra automáticamente los estantes que necesitan ser reabastecidos.
El robot, desarrollado por una start-up llamada Simbe Robotics, es el último esfuerzo por automatizar algunos de los trabajos más rutinarios de millones de almacenes y tiendas. También es un ejemplo de cómo los robots y la inteligencia artificial asumirán cada vez más partes de los empleos de los humanos en lugar de reemplazarlos.
Reabastecer las estanterías es algo sencillo, pero de una tremenda importancia para los comerciantes. Se pueden perder miles de millones de dólares cada año debido a la falta de un producto o su mala colocación, según un informe de la agencia de analistas IHL Services. En una tienda grande, la revisión de las estanterías puede llevar cientos de horas cada semana.
Brad Bogolea, el CEO y cofundador de Simbe Robotics, dice que el robot de su empresa tarda aproximadamente una hora en escanear las estanterías de una tienda pequeña, como una droguería. Una tienda grande podría necesitar de varios robots para patrullar sus instalaciones. Dice que el autómata se comercializará mediante un plan de subscripción, pero no comentó el precio estimado. Bogolea añade que una gran empresa minoristas ya está probando la máquina.
Tally recorre el local de forma automática, comprobando si las estanterías necesitan reabastecerse; si un producto se ha extraviado o está mal colocado; y si los precios mostrados en las estanterías son correctos. El robot consiste en una plataforma sobre ruedas con cuatro cámaras que escanean las estanterías a derecha e izquierda, desde el suelo hasta una altura de unos dos metros y medio.
Tally se aprovecha del hecho de que las grandes tiendas ya recopilan datos que muestran la disposición de las estanterías y la colocación de los productos en ellas.
Utiliza un mapa del local para navegar, y la disposición de las estanterías, conocida como un planograma, para comparar el estado actual de cada estantería con su diseño objetivo. Los datos recopilados por el robot son enviados a un servidor, donde son analizados y convertidos en alertas para el comerciante.
Todos los fundadores de Simbe Robotics estaban relacionados con Willow Garage, un laboratorio de investigaciones e incubadora creado por uno de los primeros empleados de Google Scott Hassan para desarrollar hardware y software de robótica avanzada. Aunque Willow Garage ya ha desaparecido, ha engendrado varias start-ups además del software de uso extendido Robot Operating System.
Tally es sólo el ejemplo más reciente de los robots que penetran nuevas áreas de trabajo (ver Los 'robotrabajadores' no deben parecer más listos que sus compañeros humanos). Un estudio de reciente publicación de la empresa de consultoría McKinsey concluyó que el 46% de la mayoría de los empleos podría automatizarse mediante el uso de tecnologías emergentes.
Simbe Robotics tiene planes de desarrollar otros robots para los espacios comerciales en un futuro. "Nuestro objetivo principal es automatizar el comercio al por menor", dice Bogolea. "Creemos que existe una enorme oportunidad para automatizar tareas rutinarias, para liberar a las personas para que se centren en la atención al cliente".
Manuela Veloso, una profesora de la Universidad de Carnegie Mellon (EEUU) que trabaja con robots móviles, dice que Tally es una idea ingeniosa para un robot. "Desde un punto de vista técnico, representa un reto", dice, aunque el problema está simplificado en este caso por la existencia de los planogramas, que definen la ubicación objetiva de todos los productos.
Joe Johnson, un investigador y empresario robótico que participó en iRobot y Harvest Automation, también está impresionado. Pero dice que el mayor reto para Simbe Robotics será conseguir que el sistema rinda de forma fiable en el mundo real. "En un entorno del mundo real, puede que el robot no muestre tanta eficacia como en el laboratorio o incluso en un emplazamiento propicio de pruebas beta", dice.