Federico Wajnerman (Argentina), 34
M4Life
Bioestimulantes para evitar la deforestación
Los cambios de temperatura bruscos, los eventos meteorológicos adversos y la sequía son causantes del estrés abiótico. Provocan una alteración en los cultivos que tiene consecuencias para su productividad y que causa la mitad de las pérdidas de producción a escala mundial, según una investigación científica. Para remediar los efectos de este estrés, se utilizan productos químicos, que pueden ser dañinos para el medioambiente, o productos biológicos, que no suelen ser lo suficientemente eficientes.
M4Life se dedica al entrenamiento de microorganismos para potenciar la eficiencia de los productos biológicos y, para validar la tecnología, desarrollamos el primer bioestimulante bioentrenado, la compañía liderada por el argentino Federico Wajnerman (34 años). Este licenciado en Economía cum laude por la Universidad de Buenos Aires y con un Máster en Finanzas en la Universidad de San Andrés, ha desarrollado un entrenamiento para microorganismos que genera beneficios para árboles y plantas.
Wajnerman dio un vuelco a su carrera profesional. Con experiencia en finanzas y un empleo como trader en una entidad bancaria en Nueva York, el argentino decidió dejar Manhattan para adentrarse en la industria agropecuaria. “En el momento más prometedor de mi carrera, mientras crecía profesionalmente, me di cuenta de que algo me faltaba. Comprendí que mi objetivo en la vida era dejar el mundo mejor de lo que lo encontré. Mi objetivo es tener un impacto positivo”, explica.
Eligió su camino en esta industria porque considera que “tiene un impacto inconmensurable”. “No solo protegemos los bosques y la naturaleza, sino que también nos aseguramos de que todas las personas tengan acceso a alimentos y nutrición adecuada. Esto es fundamental para garantizar que la igualdad de oportunidades no se vea afectada por el simple hecho de haber nacido en un lugar con bajos recursos y acceso limitado a una alimentación nutritiva”, añade este innovador.
Este economista argentino cambió los despachos por el laboratorio. Ha desarrollado una solución en la que “entrena” a microorganismos. Esto hace que su función de protección en las plantas sea más poderosa. “Gracias a esto, las plantas y árboles pueden tolerar mejor condiciones extremas como sequías, temperaturas muy altas, inundaciones y otras situaciones que comprometan su supervivencia”, describe.
Además, no solo mejora la situación de plantaciones que sufren condiciones adversas, sino que es capaz de regenerar suelos degradados. La actividad de M4Life “permite que terrenos previamente no aptos para el cultivo vuelvan a ser cultivables, favoreciendo el crecimiento saludable de plantas y árboles”.
En los ensayos que han llevado a cabo han logrado recuperar suelos, con plantas más grandes y de mejor calidad. “Hemos logrado incrementos de rendimiento del 44% en soja en la zona núcleo de Argentina, que es la región más fértil del país. Este dato es especialmente relevante porque nuestro producto tiende a funcionar mejor en suelos degradados, por lo que obtener estos resultados en tierras de alta calidad es sumamente alentador”.
En cultivos concretos, han aumentado el nivel de proteínas de la soja en un 14% y el nivel de lípidos del girasol en un 9%, lo que supone un mayor contenido de aceite. “Estos resultados son clave en contextos donde la pérdida de cultivos pone en riesgo la seguridad alimentaria y la viabilidad de la industria agropecuaria”.
En los próximos años, M4Life se plantea buscar soluciones que permitan mejorar la producción en otras industrias, además de la agroalimentaria. Wajnerman tiene un objetivo todavía más ambicioso: “Detener la deforestación y conservar nuestros recursos naturales sin comprometer la seguridad alimentaria de la población”.
Ganador del primer puesto en Draper Startup House Acceleration Program 2024 y nominado por Louis Dreyfus al Climate Resilience Prize 2023, Federico Wajnerman es también uno de los 35 Innovadores menores de 35 años elegidos por MIT Technology Review en español.