La crisis climática tiene efectos devastadores sobre algunos cultivos. Oxfam señala que los eventos meteorológicos adversos pueden derivar en un aumento de los precios de los alimentos, que no todo el mundo puede asumir. Acción contra el Hambre añade que, en los peores casos, estas consecuencias sobre la agricultura pueden derivar en la escasez de alimentos para algunas poblaciones.

Natalia Melian (Argentina, 31 años) está al frente de Biotango, una empresa de agrobiotecnología, dedicada a desarrollar cultivos climáticamente inteligentes. En ella, han desarrollado      Meta Breeding, una solución en la que simulan millones de cruces de cultivos y predicen el rendimiento de los mismos en escenarios climáticos futuros.

“Nuestra plataforma integra genómica, datos climáticos y bioinformática para realizar simulaciones precisas de cruzamientos, permitiéndonos identificar y seleccionar variedades con alto rendimiento en entornos climáticos adversos. Este enfoque promueve la resiliencia y adaptación de los cultivos, asegurando la seguridad alimentaria global”, explica Melian.

La crisis climática ha provocado que lugares que solían ser altamente productivos ya no lo sean, mientras que otras áreas, anteriormente no aptas para la agricultura, ahora presentan nuevas oportunidades. Ante este escenario, esta licenciada en Comercialización por la Universidad Argentina de la Empresa considera “fundamental diseñar variedades de cultivos adaptadas a cada clima específico y poder predecir sus rendimientos a largo plazo. Nuestra plataforma combina datos genómicos y climáticos con inteligencia artificial para crear cultivos resilientes que puedan enfrentar estos desafíos”.

La argentina explica que creció en un entorno en el que las carencias formaban parte del día a día. Esta realidad la llevó a cuestionarse por qué algunas personas tenían acceso a una alimentación nutritiva, mientras que otras personas luchaban a diario por conseguir lo más básico. “Esa desigualdad me marcó profundamente, y desde entonces supe que quería que mi propósito fuera hacer algo que realmente impactara sobre la seguridad alimentaria global”, recuerda.

Melian explica que, para ella, el desafío no está únicamente en producir más alimentos, sino en hacerlo de manera sostenible. Biotango nació con ese propósito, no solo crear soluciones tecnológicas innovadoras, sino buscar algo más profundo: una solución real y duradera para el sector agrifoodtech.

Los datos recopilados por la compañía muestran que gracias a MetaBreeding los cultivos logran un aumento del rendimiento de entre 2 y 3 veces respecto a variedades convencionales. Gracias a los datos que recopilan, los algoritmos de inteligencia artificial que predicen los comportamientos de las plantas ante climas futuros tienen una precisión del 90%, lo que permite una reducción del tiempo y los costes de desarrollo de nuevas variedades en un 2000% en comparación con los métodos tradicionales.

Los planes de futuro de Biotango pasan por expandir su solución y desarrollar más cultivos resilientes y adaptados a diferentes climas. “Buscamos movernos con rapidez para conseguir una rápida adopción en diferentes regiones, logrando impactar optimizando el uso de recursos como agua y tierra, y siempre promoviendo una agricultura más sostenible y amigable con el medio ambiente. Queremos que nuestra tecnología sea una herramienta clave para enfrentar los desafíos del cambio climático en el sector agroalimentario, ayudando a producir de manera más eficiente y responsable”, añade la fundadora.

Natalia Melian fue seleccionada como finalista en el programa de aceleración MassChallenge Switzerland este mismo año 2024. Ha liderado proyectos de investigación genómica y de adaptación climática y están buscando patentar la nueva solución de regeneración IN VITRO. Además, es embajadora del programa de Google Women Techmakers. Sus logros le han valido ser considerada como una de los 35 Innovadores menores de 35 años elegidos por MIT Technology Review en español.