Juliane Sempionatto (Brasil), 32
Instituto Tecnológico de California (Estados Unidos)
Su sensor portátil registra la presión y valores de la sangre, mejora la calidad de vida y previene enfermedades cardíacas a bajo coste
Si bien la desnutrición es un grave problema, especialmente en niños, hay más personas en el mundo con obesidad que las que pasan hambre, según la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La obesidad puede matar al acortar la vida hasta ocho años de media. Aunque la pobreza mata más que un exceso de peso, esta forma de malnutrición es más común en personas con pocos ingresos en los países de renta media y alta. Una de cada tres personas tiene obesidad o sobrepeso.
Entre las posibles consecuencias de la obesidad están la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y una presión sanguínea elevada. Y todo ello deriva en muertes prematuras. Ser capaz de medir la tensión y los parámetros bioquímicos en sangre como la glucosa y los triglicéridos de forma habitual podría prevenir las enfermedades cardiometabólicas como el infarto agudo de miocardio y los accidentes cerebrovascular e incluso casos de muerte súbita. Ese es el objetivo de la química, doctora en Nanoingeniería e investigadora en el Instituto Tecnológico de California (Estados Unidos) Juliane Sempionatto. Para lograrlo ha creado el primer sensor portátil no invasivo capaz de medir simultáneamente químicos y la presión sanguínea. Gracias a este avance, MIT Technology Review en español ha seleccionado a Sempionatto como una de los 35 Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2022.
Con la ayuda de ultrasonidos que monitorizan la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y de la detección no invasiva de niveles de metabolitos, como la glucosa, el lactato, la cafeína y el alcohol en el sudor, Sempionatto quiere disminuir accidentes cerebro-vasculares e infartos. La joven brasileña detalla: "Casi la mitad de las diabetes y el 25% de los problemas cardíacos están relacionados con la obesidad".
Conocer cómo varían los niveles bioquímicos de nuestro cuerpo es un sistema de alerta temprano que permite prevenir ictus e infartos al permitir cambios el estilo de vida. El prototipo de sensor de la investigadora busca facilitarlos. Sempionatto añade: "Ahora mismo se está centrado en la prevención y en el tratamiento y no tanto en el monitoreo de la enfermedad. Mi abuela tenía diabetes tipo 2 y no podía pagar las lancetas para medir la glucosa", añade la química. Este aparato de la innovadora, fruto de su doctorado, es de bajo coste para evitar dolencias cardíacas en todas las capas sociales. Sempionatto añade: "Para pasar del laboratorio a la vida real, el proyecto ya ha encontrado personas interesadas en comercializar los sensores".