23 millones de jóvenes latinoamericanos ni estudian ni trabajan y otros 9,4 millones están desempleados en América Latina y el Caribe. De los que sí logran estar en el mercado laboral, más de 30 millones sólo consiguen empleo informal. Son datos del Informe Mundial sobre el Empleo Juvenil 2020 de la Organización Internacional del Trabajo.

Con el fin de que las nuevas generaciones aprovechen las oportunidades del empleo bien remunerado, el joven argentino Francisco Domínguez ha lanzado VinciU, la primera academia online de carreras digitales para adolescentes. Domínguez busca formar talento a edad temprana para que al finalizar el colegio puedan trabajar en la industria tecnológica, incluso sin pasar por una universidad; opción que no es accesible para muchos jóvenes. Por esta democratización de la educación y el empleo tecnológico, Domíguez ha sido seleccionado por MIT Technology Review en español como uno de los 35 ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2022.

Una de esas carreras que ofrece VinciU es la del modelado 3D, donde Domínguez encontró la inspiración para el proyecto. Al lanzar una fábrica de impresoras 3D, el joven se dio cuenta de que era una gran herramienta para educar y decidió que los niños y adolescentes accediesen a estas herramientas. La exposición temprana a las tecnologías ayuda a descubrir y guiar vocaciones entre los más jóvenes.

A través de tutoriales pregrabados, clases online de refuerzo y una estructura gamificada, el creador de VinciU busca que el acceso a los empleos mejor remunerados del mundo digital sea para las clases menos favorecidas antes de llegar a la educación superior técnica. Domínguez detalla: "Queremos que desde las bases accedan a las oportunidades del mercado laboral digital. Los trabajos precarios iniciales condicionan para toda la vida y repercuten al desarrollo de toda la región".

Aunque su foco está en los adolescentes de 13 a 17 años, la plataforma VinciU también instruye a niños en habilidades blandas como el trabajo en equipo y la comunicación. Su pedagogía se focaliza en el autoaprendizaje y la enseñanza entre iguales con dinámicas grupales. VinciU es para Domínguez “un complemento educativo más que le abre la puerta a los chicos, como las clases particulares de idiomas”.

La juventud no es sólo el objetivo de este emprendimiento. Domínguez es el mayor de todos los trabajadores de una start-up que educa ya a más de 400 niños. También trabaja con escuelas y gobiernos. Su objetivo es internacionalizarse por toda la región y que en menos de 10 años 10 millones de niños y adolescentes aprendan de tecnología y formalicen una profesión rentable.