Cada año se producen 12 millones de toneladas de vidrio en Latinoamérica. Este material, reutilizable y fácilmente reciclable, sólo acaba teniendo una segunda vida en menos del 5% del total. Además de ser un derroche de materiales y energía, supone también tirar a la basura dinero por su valor económico. Ante esta ilógica situación, la joven ambientóloga y analista de negocios Carolina Duque quiso transformar residuos en productos con un mayor valor de mercado, enfocándose en un producto 100% reciclable pero aún así de los menos reciclados: el vidrio. La joven detalla la magnitud del problema: "En Argentina se produce 16 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos todos los años, de las cuales el vidrio son 1,2 millones".

Para afrontar el desafío de los residuos aprovechables, Duque apostó por Reciqlo, una "empresa de economía circular enfocada en el vidrio que transforma los envases en nuevos productos para la construcción, la industria y el sector agrícola" trabajando con empresas, gobiernos y ciudadanos, cuenta la joven argentina. Por este avance, Duque ha sido seleccionada por MIT Technology Review en español como una de los 35 ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2022.

Con Reciqlo, Duque busca aumentar la cantidad de residuos sólidos urbanos que se reciclan. Lo hace con comunidades de recicladores que retornan a la industria el vidrio desechado, a quienes incentivan y forman en hábitos de reciclaje a largo plazo. La joven detalla: "Creamos un mercado secundario para la reventa de estos materiales. Al añadirle valor nos aseguramos de que entran en la economía circular y no acaban en los vertederos". Con una app, se hace una trazabilidad del proceso de reciclaje al obtener datos sobre el material y su origen. También fideliza a los recicladores con un sistema de puntos canjeables. Al comprometerlos con la comunidad, la joven logra que el vidrio se recicle más y facilita la separación de residuos.

La start-up transforma los desechos en nuevos productos como arena de vidrio y baldosas para la construcción, nuevos envases para la industria y mejoradores de suelo con un sustrato de silicio para la agricultura. Reciqlo se alía con partners para generar artículos como filtros de arena para piscinas hechos de vidrio reciclado. Al hacerlo, la creación de Duque reduce el impacto ambiental del vidrio con una menor extracción de materia prima de la naturaleza, de consumo de energía y de emisiones de dióxido de carbono gracias a retornar a la economía lo que antes se descartaba. Duque añade: "Desde pequeña quise hacer algo contra la crisis climática y vivir más en sintonía con el medio ambiente. Con Reciqlo uso la tecnología para crear modelos de negocio sustentables y de desarrollo sostenible".

Con Argentina como su base de operaciones y Reciqlo con operaciones ya en Ecuador, Perú y Paraguay, Duque espera que al menos la mitad del vidrio argentino sea reciclado. En paralelo, la joven trabaja en expandir el modelo a toda Latinoamérica y que arraigue en áreas rurales. Con su start-up, Duque aporta valor agregado al vidrio usado y ayuda a limitar la subida global de temperaturas al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se necesitan para fabricar nuevos productos.