Hay entre 35 y 40 millones de personas en todo el mundo que necesitan algún tipo de prótesis u órtesis, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se espera que cada vez más personas necesiten de estos servicios por una mayor esperanza de vida y el crecimiento de la población. Además, las personas que precisan de estos dispositivos se concentran sobre todo en países de bajos ingresos por su mayor tasa de accidentes de tráfico y laborales, de guerras y de parálisis cerebral por complicaciones en el parto. Pero esta mayor necesidad choca con un peor acceso por un menor poder adquisitivo de los habitantes de estos países y sus sistemas sanitarios precarios. Si la pérdida de un miembro ocurre en la infancia el problema se agrava: un niño de 10 años puede necesitar entre 25 y 30 prótesis a lo largo de su vida.

El joven mexicano ingeniero mecatrónico Zaid Badwan fue consciente de este problema cuando su madre cayó en coma por un accidente laboral en el que también se fracturó la mano. En el hospital le pusieron mal el yeso, acabó con el hueso mal colocado y casi le costó la amputación de su mano. El joven interrumpió sus estudios en el extranjero para cuidarla. Tras vivir las consecuencias de la pérdida de bienestar que supone tener dañada una extremidad, Badwan decidió crear MediPrint, una start-up que diseña y fabrica aparatos ortopédicos personalizados y a bajo precio gracias a la impresión 3D. Sus productos permiten a personas y animales aumentar su independencia y mejorar su estado emocional. Por esta iniciativa, Badwan ha sido seleccionado por MIT Technology Review en español entre los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2022.

A diferencia de las prótesis, las órtesis no sustituyen al miembro y solo suplen algunas de sus funciones, como hacen las férulas. La OMS señala que las personas que requieren de órtesis son entre dos y cuatro veces más que las que necesitan prótesis. El innovador diseña, fabrica e instala prótesis y órtesis, tanto internas como externas. Para hacerlo de forma más barata y rápida, MediPrint imprime en 3D con material biocompatible el dispositivo supletorio. El ingeniero cuenta: "Hemos levantado a personas que llevaban 10 años en silla de ruedas. Ayudamos a que regresen a las capacidades que tenían al nacer y buscamos en un futuro incluso incrementarlas".

Sus productos son más ligeros, seguros y cómodos que las alternativas tradicionales y permiten una correcta ventilación y facilitan a los médicos inspeccionar el órgano afectado. Los diseños personalizados se instalan de forma fácil y rápida y el material es 100% reciclable. MediPrint cuenta con "la mayor cantidad de impresoras 3D que hemos visto juntas en América Latina", explica el innovador. Ampliar el catálogo de productos, expandirse por el país y colaborar con hospitales son los próximos pasos para lograr un mayor impacto positivo de estos aparatos al aumentar las capacidades de más personas.