Alejandra Cuba (Perú), 26
CaoPack
Sus envases biodegradables producidos con residuos de la industria alimentaria reducen la contaminación y fomentan la economía circular
Por muy necesario que sea producir alimentos, su obtención y consumo provoca consecuencias indeseables. Una es la generación de residuos como las cáscaras del cacao y de las frutas y el bagazo de la cerveza. Otra es la contaminación generada por los plásticos y otros materiales no biodegradables utilizados para envolver y empacarlos. Por su parte, los envoltorios de papel y cartón biodegradables fomentan la deforestación y requieren un gran consumo de agua.
La joven ingeniera alimentaria peruana Alejandra Cuba decidió utilizar sus conocimientos para mejorar estos problemas con un único enfoque: usar los residuos generados en la producción de alimentos como envases para chocolates o jabones. Así nació su start-up, CaoPack, cuya apuesta por la economía circular para reducir la contaminación alimentaria han convertido a Cuba en una los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2020 de MIT Technology Review en español.
La joven detalla: "Queremos ofrecer alternativas sostenibles al papel, que deforesta y usa grandes cantidades de aguas y productos químicos; al plástico y a los residuos orgánicos. El 50 % de los residuos de los vertederos provienen de los residuos de alimentos". Frente a esta situación, CaoPack se alza como alternativa capaz de salvar miles de árboles, reducir el consumo de agua y de productos químicos y disminuir la contaminación de plásticos y de subproductos alimentarios.
Los materiales reaprovechados por CaoPack en forma de envase se pueden usar en productos secos tanto de la industria alimentaria como no alimentaria y, además, son solubles en agua. Su creadora detalla: "Nos motiva crear biomateriales que aporten a la sociedad y a la economía circular de nuestro país con envases que no dañen el medio ambiente una vez sean arrojados a la basura", cuenta la innovadora.
Su principal material prima es la cáscara del cacao. CaoPack transforma este residuo para obtener una mezcla similar a la pasta del papel con la que fabrica el empaque. En este proceso no usa productos químicos y su huella hídrica es ocho veces menor que la de la industria de papel, según Cuba.
Esta innovación está en proceso de ser patentada y testada con empresas alimentarias y de jabones. A largo plazo, la joven innovadora busca implementar este nuevo envase amigable con el medio ambiente a nivel industrial. Su proyección es llegar a la Unión Europea y Estados Unidos, donde está su mayor mercado potencial.
El director ejecutivo de Viktoys (Perú), cofundador de Fab Lab Perú y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2020, Víctor Freundt, valora que Caopack que "no solo se centra en reducir el consumo [de plásticos y papel], sino que también emplea insumos naturales para la creación de un nuevo tipo de empaque".