Sorin Popa (Rumanía), 29
Pathfinder Medical (Stent Tek Ltd.)
Su tubo sintético con un campo eléctrico mejora la vida de pacientes con hemodiálisis y obstrucciones coronarias
Más de 440 millones de adultos tienen diabetes en todo el planeta, según la Organización Mundial de la Salud, una cifra que se ha multiplicado desde 1990. Además de problemas vasculares, esta enfermedad crónica origina insuficiencia renal, que obliga al paciente a someterse a diálisis. Pero las fístulas usadas para conectar los vasos sanguíneos con las máquinas de filtrado a veces se estropean, por lo que hay que colocar unas nuevas, con las molestias que suponen para el paciente y el gasto para el sistema sanitario. Por otra parte, las operaciones vasculares para reparar arterias bloqueadas no siempre se realizan, debido a las condiciones físicas del paciente, que desaconsejan su entrada en quirófano. Esto puede llevar a la amputación de un miembro.
En 2014, mientras estudiaba un máster de bioingeniería, el rumano con base en Londres (Reino Unido) Sorin Popa decidió mejorar las condiciones de vida de las personas obligadas a someterse a diálisis o que sufren enfermedades vasculares. El joven recuerda: "Desarrollé algunos prototipos y los probé en el laboratorio". Luego, comenzó a recaudar fondos para desarrollar la tecnología y pasar por estudios preclínicos. Hoy, su plataforma ePATH permite reducir el número de operaciones vasculares y el riesgo de sufrir infecciones, al tiempo que mejora la calidad de vida de los enfermos. Esta tecnología le ha convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Europa 2019 de MIT Technology Review en español.
ePATH sustituye a las actuales fístulas que unen las venas y arterias del brazo y que luego se conectan a las máquinas de diálisis. Pero también funciona para desobstruir oclusiones coronarias de forma menos invasiva que las técnicas actuales. El dispositivo consta de un tubo sintético con una aguja en cuyo centro hay un campo eléctrico que ayuda a conectar o desatascar los vasos sanguíneos, según corresponda.
El campo eléctrico genera una señal que detectan los médicos en la pantalla del sistema ePATH para que la aguja trabaje mejor. La precisión de la tecnología hace que el procedimiento sea menos lesivo para el paciente. Popa calcula que, cada año, su invento se puede usar en 110.000 procedimientos vasculares y 640.000 fístulas para diálisis en todo planeta.
Su empresa, Pathfinder Medical (antes conocida como Stent Tek Ltd.), ya ha patentado la tecnología. Los próximos pasos consisten en realizar estudios clínicos, pensar en la comercialización y cerrar una ronda de financiación antes de que acabe el año (ya han recaudado unos 6,9 millones de euros). Y no es el único plan de futuro; Popa explica: "Hemos identificado otras aplicaciones", como la colocación de baipases. Por eso, el equipo (nueve personas de las que se siente "muy orgulloso") ve ePATH como "una plataforma con múltiples indicaciones potenciales en aplicaciones vasculares muy diferentes".
El cofundador y CEO de Leuko y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2019, Carlos Castro, considera que Popa es un "candidato supersólido" y que su propuesta es "muy convincente y clara" para una "necesidad no cubierta". Además, destaca el equipo de colaboradores clínicos y de negocio interesados en implantar la tecnología.