George Frodsham (Reino Unido), 32
MediSieve
Su tecnología magnética atrae los patógenos de la malaria y las células de leucemia de forma rápida y no invasiva
Cerca de 220 millones de personas sufrieron malaria en 2017, según datos de la Organización Mundial de la Salud. De ellas, 435.000 fallecieron. Aunque más del 90 % de los casos y fallecimientos se concentraron en África, el organismo advierte de que "casi la mitad de la población mundial" está en riesgo de sufrirla.
Esta enfermedad, así como la septicemia y la leucemia, podrían beneficiarse del trabajo del británico George Frodsham. Este doctor en Ingeniería Bioquímica, que de la física saltó a la ingeniería y de ahí al emprendimiento, ha creado un sistema llamado filtración sanguínea magnética. La técnica extrae la sangre del cuerpo para limpiarla de patógenos y toxinas, un avance que le ha convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Europa 2019 de MIT Technology Review en español.
El sistema, bautizado como MediSieve (nombre que también ha dado a su compañía), se instala en las máquinas de hemofiltración disponibles en los hospitales. Basta con pinchar dos agujas en el brazo, una para la salida de la sangre y otra para la entrada de esta cuando ya está limpia. El sistema consiste en un filtro desechable y unas nanopartículas magnéticas (aún en la primera fase de desarrollo, advierte Frodsham; el filtro está más desarrollado). Dichas partículas se adhieren a los elementos nocivos para atraerlos hacia un imán a medida que la sangre circula, sin necesidad de penetrar en el cuerpo del paciente. El joven asegura que el sistema no atrae otros elementos beneficiosos con las mismas propiedades magnéticas, solo los patógenos.
El equipo ya está trabajando para que el filtrado reduzca el número de glóbulos blancos anormales y mejore la quimioterapia en pacientes de leucemia, y para extraer los glóbulos rojos infectados en los de malaria. En este último caso, dado que sus patógenos incorporan propiedades magnéticas de forma natural, las nanopartículas no son necesarias. Para el resto, incluso se pueden combinar distintos tipos de partículas con el fin de eliminar varios patógenos al mismo tiempo.
Un 90 % de la sangre infectada de malaria de un paciente podría filtrarse en tres horas y media, según el equipo. Para otras enfermedades y en función del paciente, el tiempo oscilaría entre dos y tres horas. "Suena a ciencia ficción […], pero no: es real, es posible", dice el británico.
En 2018, MediSieve ya demostró la seguridad del sistema en animales. Los primeros ensayos clínicos en humanos tendrán lugar en la segunda mitad de 2020. El objetivo es que el producto contra la malaria se comercialice en 2021 y el de la septicemia, en 2022 o 2023. Además, el equipo espera que la filtración magnética también sirva para tratar virus o sobredosis, lo que permitiría reducir la mortalidad y las estancias en hospitales. El joven explica: "Creo que lo que estamos haciendo es difícil, particularmente el desarrollo e ingeniería de un filtro que funcione, pero también lo es el desarrollo y validación de las partículas". Además, lamenta lo "complejo" que ha sido obtener fondos, ya que la malaria es una "enfermedad de gente pobre" y con ella no se obtienen beneficios económicos.
La cofundadora y CTO de Anatomiz3D y miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2019, Firoza Kothari, destaca que Frodsham "tiene una innovación evidente sin parangón y podría ayudar de verdad a hacer mucho más fácil y soportable el tratamiento para estas enfermedades".