Adam Marblestone quiere que una máquina sea capaz de leer el cerebro. Para lograrlo empezó resolviendo los límites físicos de la actividad cerebral que se puede registrar. Ahora está usando esa información para establecer la estrategia tecnológica de Kernel, una start-up con unos 85 millones de euros en fondos que está construyendo interfaces neuronales para humanos.

Como estudiante de doctorado, Marblestone fue el autor principal de una investigación que se ha convertido en el documento estratégico fundamental para los investigadores que especializados en desarrollar tecnología para leer la actividad cerebral. Utilizando el cerebro del ratón como modelo, el científico identificó los problemas de ingeniería que hace falta que resolver para medir de forma simultánea la actividad de todas las neuronas del cerebro.

Marblestone detalla: "Se trata de ver cómo podemos emparejar los enfoques que usamos para estudiar el cerebro con la propia complejidad del cerebro en sí".

Como director de Estrategia de Kernel, el científico está coordinando a una red de investigadores líderes para identificar los enfoques con más potencial para crear interfaces neuronales que puedan ayudarnos a comprender y tratar las enfermedades neurológicas. Si su trabajo tiene éxito, puede que algún día podamos fusionar nuestros cerebros con máquinas.

Para saber más: 'Este nuevo rico intenta expandir el cerebro humano al conectarlo a un ordenador'.

- Por Edd Gent