La anestesia epidural es un avance médico que permite someterse a procesos como partos e intervenciones quirúrgicas con menores niveles de dolor. Pero a pesar de la revolución que supuso su descubrimiento, provoca graves efectos secundarios cuando se administra de forma incorrecta. A diario, el anestesista español Carles García era testigo del sufrimiento de los pacientes en estos casos, los cuales provocan lo que se conoce como cefalea post-punción dural (o PDPH por sus siglas en inglés), que suele durar entre cinco y siete días y venir acompañada de vómitos, rigidez en el cuello y alteraciones visuales y auditivas, según describe la International Headache Society

Estos efectos secundarios se producen cuando el facultativo rompe accidentalmente la duramadre del paciente, una de las meninges que cubre la médula espinal. Una vez rota, no existe ningún sistema seguro y eficaz que permita cerrar la abertura provocada y evitar la salida del líquido cefalorraquídeo de su interior. De su experiencia, García calcula que el 2% de las epidurales que se practican anualmente en el mundo sufren estas complicaciones. Y aunque sea un porcentaje pequeño, podría equivaler a un millón de pacientes cada año. Consciente del problema, este joven médico ha creado un dispositivo que permite cerrar el desgarro de la duramadre en tan sólo 30 segundos y evitar así la aparición de las cefaleas. Gracias a este avance, este joven se ha convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Europa 2017 de MIT Technology Review en español.

Así nace Duralock, un kit médico "muy fácil de usar", afirma su creador. García detalla: "Empleando la misma aguja que usamos los anestesistas para realizar la primera perforación lumbar, introducimos un implante en la cavidad interna de la duramadre que luego manejamos desde fuera a través de un hilo de sutura". El kit completo de Duralock incluye además un elemento de empuje para colocar el implante y un elemento de seguridad que evita que el parche se desplace.

Uno de los principales retos de García ha sido precisamente encontrar ese sistema de seguridad que garantice la fijación del parche para que no provoque daños en el paciente. El joven médico recuerda: "Estuvimos casi un año pensando cómo evitar que, sin introducir mucha más complejidad en el dispositivo, el parche no migrara hacia el cerebro. Finalmente hallaron la solución con un sistema de fijación a estructuras musculares integrado en el propio hilo de sutura que evitan que los implantes se desplacen. García detalla: "Se trata de la forma más simple y eficaz que hemos encontrado para evitar la migración según los test que hemos realizado, y me siento muy orgulloso de ello. No sólo es importante que hayamos conseguido cerrar la brecha sino también que nuestro parche se quede colocado en su sitio y no perjudique al paciente".

Tras realizar los primeros test in vitro con membrana porcina y depositar la patente para su revisión, Carles y su equipo comenzarán en 2018 los ensayos in vivo. Para la CEO de Heyka Capital Markets Group, Ana Hejka, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Europa 2017, "la solución propuesta por García es novedosa, beneficia a innumerables pacientes y está orientada a prevenir un problema y no simplemente a paliar sus síntomas".

- Por Marta González Muñoz