Estas máquinas han dejado de ser el sueño de los físicos para convertirse en la pesadilla de los ingenieros. Prometen hacer cosas increíbles, pero para ello hay que perfeccionarlas y diseñar los algoritmos necesarios para que empiecen a ser útiles
Los materiales superconductores son los más populares a la hora de fabricar cúbits. Pero dos nuevas investigaciones en 'Nature' demuestran que los cúbits basados en silicio todavía pueden dominar el sector gracias a su capacidad de ofrecer mayor potencia computacional
Tras su tropiezo con el error de seguridad de sus procesadores, la compañía ha presentado un chip neuromórfico que simula el funcionamiento del cerebro humano utilizando una menor potencia computacional que la que se necesita para poner en marcha un ordenador.
A pesar de que las computadoras cuánticas todavía tienen pocas aplicaciones aprovechables, los desarrolladores ya se han puesto en marcha para crear nuevos lenguajes de programación para esta tecnología. Microsoft ya ha lanzado el suyo propio, con el que espera abrir la puerta a futuros programadores que trabajarán en el sector cuántico.
Si cumple su promesa, el aprendizaje automático cuántico podría transformar la inteligencia artificial. O tal vez sea la inteligencia artificial la que revolucione los ordenadores cuánticos. Sea como sea, ambos campos no dejan de avanzar
Su Hoja de Ruta, recién publicada, y su inversión de 1.000 millones de euros llevan mucho retraso frente a otras potencias como China y EE. UU. Pero hay dos áreas bastante inexploradas que podrían dar ventaja y compensar la inversión del viejo continente
El prototipo ha dado unos resultados espectaculares a la hora de almacenar y reenviar información en estado cuántico y sería fácilmente escalable a nivel nacional y continental. Aplicado a los ordenadores cuánticos que están por venir, podría sentar las bases para crear su propio internet cuántico
El sistema sería el más avanzado de su clase, pero la compañía no ha publicado ningún detalle sobre su funcionamiento. Este mismo año, Google afirmó que este número de bits cuánticos sería suficiente para alcanzar la supremacía cuántica, capaz de vencer a cualquier ordenador tradicional
Los programas de un solo uso podrían ser claves para garantizar la seguridad de algunos procesos, pero hasta ahora había sido imposible construirlos. La computación cuántica lo ha conseguido, aunque el enfoque obliga a aceptar una pequeña probabilidad de que el resultado sea incorrecto
La nueva investigación de la empresa demuestra un sistema estable de nueve cúbits con superposición cuántica por superconducción cuyos errores no aumentan exponencialmente. Si consiguen escalarlo a 49 cúbits, habrán logrado la supremacía del ordenador cuántico