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Los gigantes de EV de China están apostando a los robots humanoides

El mes pasado, durante la Gala de Año Nuevo 2025 de la CCTV, un espectáculo televisado que tuvo más de 1.000 millones de espectadores en China, 16 robots humanoides subieron al escenario. Vestían chaquetas con llamativos estampados florales, participaron la danza Yangko, característica del noreste de China, e hicieron girar pañuelos rojos al unísono con los bailarines humanos. Estos robots no fueron diseñados por su fabricante, Unitree, para este tipo de actuaciones. Fueron creados para un uso general y ya están trabajando en el sector de vehículos eléctricos en China.

Mientras la competencia en el mercado de vehículos eléctricos en China se estabiliza y deja a unos pocos actores clave como dominantes, los grandes fabricantes chinos de coches eléctricos están ampliando su presencia en el ámbito de la robótica humanoide. Este cambio responde tanto a necesidades financieras como a las ventajas que estas empresas ya poseen en el nuevo sector: sólidas cadenas de suministro y años de experiencia en el desarrollo de tecnología avanzada.

Robots como el H1, que actuaron en la gala, han sido introducidos en las fábricas chinas de vehículos eléctricos gracias a la colaboración entre Unitree y fabricantes como BYD y XPeng. Ahora las empresas chinas de vehículos eléctricos no solo usan estos robots humanoides, sino que también los están desarrollando. GAC Group, un fabricante de coches, ha creado el robot GoMate para instalar cables en los vehículos dentro de su cadena de producción. La empresa planea producir GoMate en serie en 2026 para su uso en fábricas y almacenes. Por su parte, Nio, una prometedora compañía de vehículos eléctricos conocida por su red de intercambio de baterías, se ha aliado con el fabricante de robots UBTech y ha formado su propio equipo interno de I+D para desarrollar robots humanoides.

Según las estadísticas del Instituto de Investigación Industrial de Shenzhen New Strategy Media, en junio de 2024 había más de 160 fabricantes de robots humanoides en todo el mundo. De ellos, más de 60 se encontraban en China, más de 30 en Estados Unidos y alrededor de 40 en Europa. China no solo lidera en número de fabricantes, sino que su sector de vehículos eléctricos juega un papel clave en el apoyo a muchas de estas empresas de robótica.

Gracias a importantes subvenciones públicas y a los esfuerzos conjuntos del sector tecnológico, China se ha consolidado como el mayor mercado y fabricante de vehículos eléctricos del mundo. En 2024, el 54% de los coches vendidos en China eran eléctricos o híbridos, frente al 8% en Estados Unidos. Además, se convirtió en el primer país en alcanzar una producción anual de 10 millones de «vehículos de nueva energía» (NEV), categoría que incluye todos los vehículos propulsados parcial o totalmente por electricidad.

Las empresas de vehículos eléctricos que han logrado este crecimiento han acumulado un capital considerable, una gran capacidad tecnológica y un prestigio destacado en el sector. Compañías líderes como Li Auto, XPeng y Nio, fundadas hace unos diez años, se han convertido en nombres reconocidos. Por otro lado, fabricantes tradicionales que han transitado hacia la producción de vehículos eléctricos, como BYD y Geely, también han surgido como actores clave en el ámbito tecnológico, gracias a sus amplios conocimientos en ingeniería y a las funciones de conducción asistida por inteligencia artificial que han integrado en sus modelos.

A pesar de la rápida expansión del mercado de vehículos eléctricos, los márgenes de beneficio de la industria han seguido una tendencia a la baja. Entre 2018 y 2023, el número de empresas de vehículos de nueva energía (NEV) se desplomó de más de 480 a alrededor de 40, como resultado de una combinación de consolidación y quiebras. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, los márgenes de beneficio en el sector automotriz han caído del 6,1% al 4,6% desde 2021. Además, el año pasado muchas empresas chinas de vehículos eléctricos llevaron a cabo despidos masivos. Las intensas guerras de precios y tecnología se han desatado, con compañías como BYD ofreciendo funciones avanzadas de conducción autónoma en modelos cada vez más asequibles.

La feroz competencia ha impulsado la búsqueda de nuevas vías de financiación y crecimiento. «Esta situación obliga a los fabricantes de automóviles a recortar costes y a elaborar discursos que refuercen la confianza de los inversores, dos factores que les empujan hacia la robótica humanoide», explica Yao Jia, investigador de robótica del Aegon Industrial Fund.

La convergencia tecnológica es otro elemento clave en este movimiento. Los sectores de vehículos eléctricos y robótica comparten bases esenciales, como la capacidad para percibir e interactuar con el entorno, el uso de sensores y algoritmos que procesan información externa para guiar los movimientos de las máquinas.

Las cámaras LiDAR y de profundidad, originalmente diseñadas para la conducción autónoma, se están adaptando ahora para la robótica. El robot Iron de XPeng emplea los mismos algoritmos de planificación de trayectorias y reconocimiento de objetos que sus vehículos eléctricos para navegar con precisión en entornos industriales.

La tecnología de baterías es otra área clave de convergencia. El robot GoMate de GAC utiliza baterías procedentes de vehículos eléctricos que proporcionan una autonomía de seis horas, ideal para turnos largos en fábricas.

La robusta infraestructura de la cadena de suministro china respalda estos avances. Según un informe de Morgan Stanley, China controla el 63% de las empresas clave en la cadena global de suministro de componentes para robots humanoides, especialmente en piezas de actuadores y el procesamiento de tierras raras. Este dominio permite a los fabricantes chinos producir robots humanoides a precios más bajos que sus competidores internacionales. Por ejemplo, el H1 de Unitree cuesta 90.000 dólares (unos 83.700 euros), menos de la mitad que el Atlas de Boston Dynamics, un modelo comparable.

«La ventaja en la cadena de suministro podría beneficiar a China cuando los robots entren en la producción en masa«, afirma Yao.

Sin embargo, persisten retos en áreas como la inteligencia artificial y el desarrollo de chips, que siguen siendo dominadas por empresas fuera de China, como Nvidia, TSMC, Palantir y Qualcomm. «La investigación nacional sobre robots humanoides se centra en el hardware y las aplicaciones. En comparación con sus homólogos internacionales, creo que no se está prestando suficiente atención a la madurez y fiabilidad del software de control», afirma Jiayi Wang, investigador del Instituto de Inteligencia Artificial General de Pekín.

Mientras tanto, el gobierno chino impulsa la automatización a través de iniciativas como el plan de acción Robotics+, que tiene el objetivo de duplicar la densidad de robots en la industria manufacturera del país para 2025, en comparación con los niveles de 2020. Además, algunos gobiernos provinciales ofrecen subvenciones para investigación y desarrollo que cubren hasta el 30% de los costes de los proyectos, con el fin de fomentar la innovación en tecnologías de automatización. Cada vez está más claro que China se ha comprometido a convertirse en líder mundial en robótica y automatización, tal como lo hizo con los vehículos eléctricos.

Wang Xingxing, CEO de Unitree Robots, lo expresó claramente en una reciente entrevista con los medios locales: «La robótica está en la misma situación en la que estaban los vehículos eléctricos hace una década: es un campo de batalla de billones de yuanes esperando a ser reclamado».