
El Departamento de Energía de EE. UU. parece dispuesto a poner fin a la financiación de dos grandes fábricas de absorción de carbono que, en un principio, iban a recibir más de 1000 millones de dólares en subvenciones gubernamentales, según una lista de proyectos publicada por el departamento, obtenida por MIT Technology Review y que circula entre las agencias federales.
Uno de los proyectos es el South Texas Direct Air Capture Hub, una instalación que la filial 1PointFive de Occidental Petroleum tenía previsto desarrollar en el condado de Kleberg, Texas. El otro es el Proyecto Cypress en Luisiana, una colaboración entre Battelle, Climeworks y Heirloom.
La lista incluye una columna con el «estado actual», en la que aparece la palabra «terminar» junto a los aproximadamente 50 millones de dólares de subvención para cada proyecto. Estas cifras coinciden con el tramo inicial de financiación del Departamento de Energía para cada desarrollo. Según el anuncio original de 2023, los proyectos podrían haber recibido 500 millones de dólares o más en subvenciones totales a medida que avanzaban.
No está claro si la terminación de las subvenciones iniciales significaría que también se cancelaría la financiación completa.
«Podría no significar nada», afirma Erin Burns, directora ejecutiva de Carbon180, una organización sin ánimo de lucro que aboga por la eliminación y la reutilización del dióxido de carbono. «Podría significar que se renegocian las subvenciones. O podría significar que se eliminan por completo. Pero la incertidumbre ciertamente no ayuda a los proyectos».
Un portavoz del DOE subrayó que no se ha tomado ninguna decisión definitiva.
«Es incorrecto sugerir que esos dos proyectos han sido cancelados y no podemos verificar ninguna lista proporcionada por fuentes anónimas», afirmó Ben Dietderich, secretario de prensa del departamento, en un correo electrónico, y añadió: «El Departamento sigue llevando a cabo una revisión individualizada y exhaustiva de las subvenciones concedidas por la administración anterior».
La semana pasada, el DOE anunció que cancelaría alrededor de 7500 millones de dólares en subvenciones para más de 200 proyectos, afirmando que «no contribuían adecuadamente a las necesidades energéticas del país, no eran económicamente viables y no proporcionarían un rendimiento positivo de la inversión del dinero de los contribuyentes».
Battelle y 1PointFive no respondieron a las preguntas de MIT Technology Review.
«Han surgido rumores en el mercado y Climeworks está preparada para cualquier escenario», afirmó Christoph Gebald, uno de los codirectores generales de la empresa, en un comunicado. Más tarde añadió: «La necesidad de DAC está creciendo a medida que el mundo se queda corto en sus objetivos climáticos y estamos trabajando para alcanzar la capacidad de gigatoneladas que se necesitará».
«No tenemos conocimiento de ninguna decisión del Departamento de Energía y seguimos colaborando de forma productiva con la administración en la revisión del proyecto», afirmó Heirloom en un comunicado.
Los crecientes peligros del cambio climático han impulsado el desarrollo de la industria de la captura directa de aire en los últimos años.
Los modelos climáticos han revelado que, para evitar que el planeta se caliente más de 2 °C por encima de los niveles preindustriales, podría ser necesario absorber miles de millones de toneladas de dióxido de carbono al año a mediados de siglo, además de reducir drásticamente las emisiones.
La captura directa de aire se considera una de las formas más fiables de extraer los gases de efecto invernadero de la atmósfera, pero también sigue siendo uno de los métodos más caros y que más energía consumen.
Bajo el mandato del expresidente Joe Biden, Estados Unidos comenzó a ofrecer subvenciones, subsidios y otras formas de apoyo cada vez más generosas para ayudar a ampliar este sector incipiente.
Las subvenciones en cuestión se asignaron en el marco del programa Regional Direct Air Capture Hubs (Centros regionales de captura directa de aire) del Departamento de Energía, financiado a través de la Ley de Infraestructuras Bipartidista. El objetivo era crear varios grandes clústeres de eliminación de carbono en todo Estados Unidos, cada uno de ellos capaz de absorber y secuestrar al menos un millón de toneladas de gases de efecto invernadero al año.
«La noticia de hoy de que pronto podría tomarse la decisión de cancelar la financiación legalmente designada para los proyectos de captura directa de aire corre el riesgo de dar la victoria a los competidores extranjeros y socava los compromisos adquiridos con las empresas, las comunidades y los líderes de Luisiana y el sur de Texas», afirmaron Giana Amador, de la Carbon Removal Alliance, y Ben Rubin, del Carbon Business Council, en una declaración conjunta.