
Selva
Pruebas de autodiagnóstico para detectar infecciones vaginales con precisión clínica
Las infecciones vaginales —en particular la candidiasis vulvovaginal recurrente y la vaginosis bacteriana— son las causas más frecuentes de molestias ginecológicas en mujeres en edad reproductiva. Según el artículo científico Global Burden of Recurrent Vulvovaginal Candidiasis, publicado en la revista The Lancet Infectious Diseases, estas infecciones afectan cada año a unas 138 millones de mujeres en el mundo. Por su parte, un estudio citado por el National Center for Biotechnology Information (NCBI) estima que el tratamiento de los casos sintomáticos de vaginosis bacteriana supone un coste global de 4.800 millones de dólares anuales (unos 4.480 millones de euros).  
Para responder a este contexto, Andrea Gómez (Colombia, 24 años) cofundó Selva, un kit de pruebas de autodiagnóstico para detectar infecciones vaginales con rapidez, accesibilidad y fiabilidad médica. La innovación se materializa en un dispositivo portátil en papel que cambia de color según el tipo de infección, inspirado en las pruebas utilizadas por ginecólogos en sus consultorios, pero adaptado al uso doméstico.
Gómez explica la base de su tecnología: «Nuestra tecnología no se limita a medir el pH vaginal, que puede alterarse por múltiples factores y resulta poco confiable como único criterio diagnóstico. Selva incorpora biosensores que detectan directamente los subproductos metabólicos de bacterias y parásitos causantes de las infecciones más comunes, logrando un diagnóstico mucho más preciso«. La propuesta no solo ofrece resultados clínicamente relevantes, sino que también rompe barreras de acceso al permitir que las mujeres se diagnostiquen de manera temprana y segura.
La cofundadora y directora ejecutiva de Selva es ingeniera biomédica y bióloga por la Universidad de los Andes (Colombia) y está cursando una maestría en Ingeniería Biomédica y Biológica en la Universidad McGill (Canadá). Su motivación nace de una historia personal y familiar: «Mi familia viene de Catatumbo, una región de Colombia profundamente afectada por la violencia y el desplazamiento forzado. Allí vi de primera mano las profundas brechas en el acceso a la salud y comprendí que estas desigualdades eran aún más marcadas en el caso de la salud femenina«.
Los resultados de Selva muestran un alto potencial de adopción. En los estudios de mercado, con más de 300 mujeres en distintas regiones de Colombia, el proyecto ha obtenido una calificación promedio de 4,8 sobre 5 en relevancia e importancia y ha permitido identificar con precisión los perfiles de usuarias que generan un mayor impacto: mujeres de entre 18 y 35 años, abiertas a hablar sobre su salud sexual, que combinan la consulta médica con búsquedas en internet ante síntomas complejos. También ha levantado 50.000 dólares (unos 46.700 euros) en fondos no reembolsables a través de inversiones, premios y concursos como START Fellowship y Hult Prize.
La visión de Gómez es clara: «Queremos construir un ecosistema completo de cuidado en salud femenina que vaya más allá de las infecciones vaginales. Nuestra meta es ofrecer diagnósticos rápidos y accesibles también para infecciones urinarias, de transmisión sexual y virus del papiloma humano». Además, busca preparar un modelo de impacto social para donar un kit por cada uno vendido, llegando a más mujeres en comunidades vulnerables mediante brigadas de salud.
El liderazgo de la joven innovadora ya ha sido reconocido con premios como Social Skin 2025 y Global Student Entrepreneurship Awards (GSEA) y becas como la Graduate Research Fellowship de la Fundación Nacional de Ciencia (EE UU), la John Chambers Fellowship de la Universidad Duke (EE UU) y la McCall MacBain Regional Award de la Universidad McGill (Canadá). Además, desde hoy Gómez forma parte de la lista de los 35 Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2025, reconocidos por MIT Technology Review en español.
 
				





 
          



