Skip to main content

People over Papers, un proyecto colaborativo que localiza controles de agentes antiinmigración en EE UU, fue retirado ayer por Padlet, la plataforma donde estaba alojado. Es la última iniciativa de plataformas digitales que ha sido eliminada en los últimos días por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en sus actividades de seguimiento.

Un representante del servicio de atención al cliente de Padlet comunicó a Celeste, una de las creadoras del proyecto, que el mapa «fue eliminado por violaciones de nuestra Política de Contenidos», sin especificar qué norma se había infringido. Celeste no ha revelado su apellido por motivos de seguridad.

Sin embargo, días antes, la influencer de derechas, Laura Loomer, tuiteó al CEO de Padlet sobre el proyecto.

«¿Sabíais que @padlet está siendo utilizado por terroristas estadounidenses radicales de izquierda, inmigrantes ilegales y sus simpatizantes para obstruir operaciones policiales y acosar a agentes del ICE?», escribió. «La Política de Contenidos de Padlet deja claro que el acoso, el acecho, las violaciones de privacidad, la incitación a la violencia y cualquier otra actividad ilegal no están permitidas en la plataforma».

En el mismo hilo, Laura Loomer reconoció haber sido responsable de la retirada de varias aplicaciones similares, incluida ICEBlock, de la App Store y Google Apps la semana pasada.

Las declaraciones de Loomer recuerdan a las de los funcionarios del Departamento de Justicia y del Departamento de Seguridad Nacional de EE UU, que han asegurado que los proyectos de seguimiento del ICE han provocado un aumento del «1000%» en las agresiones a agentes de inmigración.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha descrito esa «violencia» contra los agentes del ICE como «cualquier cosa que puedan sentir como una amenaza o ponga en peligro su seguridad, como publicar sus datos personales o grabarlos durante las operaciones». La secretaria adjunta de comunicación pública del DHS, Tricia McLaughlin, ha señalado que el departamento «procesará judicialmente a quienes acosen ilegalmente a los agentes de ICE con todo el peso de la ley».

Padlet no respondió a MIT Technology Review sobre los motivos por los que retiró el proyecto People over Papers.

Sin embargo, Celeste nos aseguró que no se siente aludida por las acusaciones de Loomer. «Nada de lo que hacemos es ilegal, y vamos a seguir ejerciendo nuestro derecho a la libertad de expresión», afirmó. «No apoyamos ningún tipo de violencia, en ninguna circunstancia».

¿Transparencia o acoso digital?

Celeste puso en marcha People over Papers en enero, después de contactar con otros creadores de contenido en TikTok que también compartían información sobre redadas de ICE a su comunidad. En los diez meses transcurridos desde entonces, el proyecto ha recibido más de 19 millones de visitantes únicos y registra entre 200.000 y 300.000 usuarios diarios.

Se le ocurrió la idea de localizar las redadas «para informar a la gente de lo que está ocurriendo en sus barrios» y afirma que el proyecto está «documentando la historia y recopilando información sobre algo que probablemente se recordará como una época extremadamente oscura».

Forma parte de una serie de iniciativas lideradas por voluntarios, como la aplicación ICEBlock, retirada de las app stores la semana pasada, y la red de alertas Stop ICE Raids Alert Network, que también localiza informes anónimos sobre agentes de inmigración que realizan redadas.

Estos mapas de localización de redadas desempeñan un papel importante al «ofrecer protección, solidaridad y estrategias de supervivencia en territorio hostil», explicó este verano a MIT Technology Review Allissa Richardson, investigadora de la Universidad del Sur de California especializada en el uso de redes sociales por parte de comunidades marginadas. Según ella, funcionan como «una versión moderna de las Green Books para comunidades inmigrantes». «Así como los viajeros negros usaban el Green Book para moverse con seguridad en un entorno marcado por el terror racial, estas herramientas digitales ayudan a las familias latinas a desplazarse por espacios vigilados y de riesgo».

Presionar a las plataformas tecnológicas para que eliminen estas localizaciones es solo una parte de la estrategia del Gobierno para frenar los intentos de rastrear al ICE o identificar a sus agentes enmascarados durante las redadas. A principios de septiembre, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) emitió una orden judicial a Meta para obtener los datos personales de los responsables de las cuentas de Instagram de Stop ICE Raids Alert Network y de otras organizaciones sin ánimo de lucro y otras aplicaciones de mensajería instantánea. La orden ha sido bloqueada temporalmente a la espera de una vista judicial.

Al menos una persona ha perdido presuntamente su empleo por su vinculación con estas aplicaciones. Carolyn Feinstein, cuyo marido dirigía la app ICEBlock, fue despedida este verano de su puesto en el Departamento de Justicia, lo que ella considera una represalia por el trabajo de su pareja.

«Intentar frenar estos esfuerzos por exigir responsabilidades a los agentes federales» tiene como consecuencia «silenciar la libertad de expresión y el activismo», afirma David Greene, director de libertades civiles en la organización Electronic Frontier. Según él, identificar a los agentes no puede considerarse doxxing (acoso digital), porque «la idea de que las fuerzas del orden estén enmascaradas y, por tanto, no rindan cuentas ante la ciudadanía a la que sirven, es totalmente contraria a los valores estadounidenses».

«Decir que el doxxing en sí mismo es un acto de violencia requeriría redefinir el concepto de violencia tal y como lo hemos entendido tradicionalmente en el ámbito legal», señala Peter Simi, profesor de sociología en la Universidad Chapman, especializado en amenazas contra funcionarios públicos.

Las localizaciones de People over Papers volvieron a estar disponibles seis horas después de haber sido retiradas de Padlet, esta vez en su propia página web, en la que el equipo de Celeste lleva trabajando desde mayo y que tenían previsto lanzar la próxima semana.

Celeste asegura que no se deja intimidar: «Yo soy muy cabezota. Cuanto más me dicen que no puedo hacer algo, más ganas tengo de hacerlo».

Además, señala: «Si esta información no se publica en nuestra plataforma, se publicará en Facebook, Instagram, TikTok o cualquier otra red social. La gente seguirá informándose entre sí, de una forma u otra».