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La energía eólica es actualmente una de las fuentes de energía renovable más baratas y más importantes a nivel mundial.

Los fabricantes chinos de turbinas eólicas dominan el sector, y entre los principales proveedores se encuentra Envision Energy, una empresa que ha ido más allá de la construcción de turbinas para replantearse cómo pueden funcionar industrias enteras con energía limpia. En 2024, Envision era el segundo mayor fabricante de aerogeneradores a nivel mundial, según datos del servicio de investigación BloombergNEF. Sus aerogeneradores «inteligentes» utilizan inteligencia artificial para generar más electricidad que los modelos convencionales, y sus parques industriales tienen como objetivo descarbonizar sectores pesados como el del acero, los productos químicos y la producción industrial.

Fundada en Jiangyin por el empresario Zhang Lei, Envision comenzó como fabricante de turbinas eólicas. Desde entonces, ha ampliado su misión para convertirse en un «sistema operativo» para la transición hacia la energía limpia, vinculando la generación de electricidad, el almacenamiento de energía y la producción de combustible.

El proyecto insignia de Envision, en Ordos, interior de Mongolia, ha transformado una región dependiente del carbón en un referente de la descarbonización industrial. La instalación produce baterías para vehículos eléctricos, fabrica turbinas eólicas y genera hidrógeno verde, todo ello funcionando íntegramente con energía eólica y solar.

La energía eólica siempre ha tenido problemas por falta de fiabilidad. Las variaciones estacionales y horarias en los patrones del viento dificultan la dependencia de las turbinas para un suministro estable a gran escala. La tecnología de «turbinas inteligentes» de Envision ayuda a mitigar esas fluctuaciones al tratar los parques eólicos como redes coordinadas en lugar de máquinas aisladas. Cada turbina analiza las condiciones del viento en tiempo real, ajusta su rendimiento y se sincroniza con las demás para capturar más energía. Los primeros resultados sugieren que este sistema puede aumentar la generación en aproximadamente un 15% en comparación con las turbinas convencionales.

La compañía también está probando un diseño de turbina de dos palas que espera que pueda generar la misma cantidad de electricidad que una turbina típica de tres palas, pero utilizando menos materiales.

La empresa también ha realizado importantes inversiones en hidrógeno verde, considerado una de las pocas opciones para descarbonizar sectores que no pueden pasar fácilmente al uso de la electricidad, como la industria del acero, los productos químicos y el transporte marítimo. Sus instalaciones en el interior de Mongolia se encuentran entre las más grandes de su tipo y están diseñadas para producir 320.000 toneladas de amoníaco verde al año (un compuesto de hidrógeno y nitrógeno que se utiliza como combustible limpio).

Indicadores clave

  • Sector: Energías renovables
  • Año de fundación: 2007
  • Sede: Shanghái, China
  • Dato destacable: Envision afirma que sus sistemas de energía renovable han evitado la emisión de 200 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a retirar 43 millones de coches de la circulación durante un año.

Potencial de impacto

Las emisiones industriales se encuentran entre las más difíciles de abordar. Muchos procesos de fabricación dependen de calor extremo y reacciones químicas que no pueden alimentarse fácilmente solo con electricidad. El proyecto Ordos de Envision, en Mongolia, es el más grande de su tipo y genera calor y combustible limpios in situ, aliviando así la presión sobre la red eléctrica.

La empresa quiere ahora replicar la idea en el extranjero, con planes para un parque integrado de hidrógeno verde en España (el primero de este tipo en Europa), un parque industrial con cero emisiones netas en Brasil y otro en Australia. Todos ellos se encuentran en fases iniciales de desarrollo, pero si tienen éxito, podrían ofrecer un modelo para descarbonizar la industria pesada sin sacrificar la competitividad ni el empleo.

La segunda pieza del rompecabezas es la fiabilidad energética. Las operaciones industriales necesitan una energía estable y predecible, lo que supone un reto para la energía eólica y solar. La tecnología de «turbinas inteligentes» de Envision pretende cerrar esa brecha aumentando la eficiencia de los parques eólicos y mejorando las previsiones. Para las fábricas que intentan funcionar íntegramente con energías renovables, esa estabilidad añadida podría marcar la diferencia entre un proyecto piloto y un cambio viable a largo plazo.

Advertencias

El modelo de parque industrial integrado de Envision presenta considerables barreras de entrada. Estas instalaciones requieren una enorme inversión inicial y años de planificación, además de coordinación entre gobiernos y empresas de servicios públicos, financieros y de otros sectores. La instalación de Ordos tardó años en desarrollarse y recibió cientos de millones de dólares de inversión gubernamental. Lo que sobre el papel parece un plan perfecto puede convertirse en una negociación de diez años de duración en la práctica.

El hidrógeno verde sigue siendo mucho más caro que el hidrógeno convencional, basado en combustibles fósiles, y la infraestructura para almacenarlo y transportarlo a gran escala aún se encuentra en una fase preliminar.

La geopolítica añade otra capa de incertidumbre. Como empresa china, los proyectos en el extranjero de Envision se enfrentan a normativas que exigen a las empresas utilizar materiales y mano de obra locales, someterse a revisiones de seguridad nacionales y tener en cuenta las sensibilidades en torno al control de infraestructuras críticas. En mercados como el de Estados Unidos y la Unión Europea, las importaciones de energía limpia procedentes de China ya se enfrentan a aranceles y regulaciones estrictos.

Por último, la industria se ve limitada por las cadenas de suministro físicas. El aumento del número de turbinas, baterías y máquinas que producen hidrógeno a partir del agua depende del acceso constante a tierras raras, cobre, litio, transformadores y acero especializado. Ninguno de estos materiales es inmune a los cuellos de botella o a las disputas geopolíticas, y las normas que exigen el abastecimiento local pueden complicar aún más las cosas. Por otra parte, la construcción de líneas de transmisión e interconexiones de red ya lleva años en muchos países.

Próximos pasos

En el Foro de Desarrollo de China celebrado en marzo de 2025, el fundador de Envision, Zhang Lei, afirmó que las tecnologías avanzadas chinas podrían permitir producir diez veces más energía con un coste un 90% menor en las próximas décadas. Los proyectos en marcha en España y Brasil serán una prueba importante de la adaptabilidad y escalabilidad reales de este enfoque.

En 2025, Envision comenzará a operar lo que, según afirma, será la mayor instalación de abastecimiento de hidrógeno verde para buques del mundo, lo que podría demostrar cómo el hidrógeno puede ayudar a reducir las emisiones del transporte marítimo internacional. La empresa también está ampliando su capacidad de fabricación de baterías para abastecer al creciente mercado de los vehículos eléctricos, al tiempo que mantiene procesos de producción neutros en carbono.

Si el enfoque de Envision resulta viable a gran escala, la empresa no solo sería líder en la transición hacia la energía limpia en China, sino que también remodelaría los esfuerzos mundiales para descarbonizar la industria pesada.