Al igual que hicieron a principios del siglo XX con la electricidad, los usuarios se agrupan en cooperativas para sufragar la infraestructura del internet de banda ancha
Las cooperativas de banda ancha están aflorando a lo largo de las zonas rurales de EEUU, acercando el internet de alta velocidad a lugares en los que, de otro modo, no tendrían acceso a él.
A las empresas telefónicas y de telecomunicaciones no les gusta instalar infraestructuras de internet en mitad del campo. Por desgracia para los habitantes de las regiones más alejadas de las ciudades, simplemente los números no cuadran: un pequeño número de usuarios no puede pagar el coste de los materiales y la instalación. Al mismo tiempo, la banda ancha en las zonas urbanas cada vez es mejor, poniendo de relieve lo que Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos ha calificado como "segregación digital persistente".
Esto no es algo reciente. Las compañías eléctricas pensaban lo mismo acerca de construir sus infraestructuras a principios del siglo XX. Por aquel entonces, las cooperativas locales tomaron la iniciativa e instalaron sus propias infraestructuras, levantaron e instalaron cables eléctricos con el fin de abastecer pequeños asentamientos y granjas con una herramienta que cambiaría sus vidas.
Crédito: imagen cedida por Neil Tackalberry | Flickr
Hoy, casi un siglo después, está ocurriendo lo mismo con la conexión de banda ancha. Según ha informado el New York Times, unas 40 cooperativas eléctricas están instalando las infraestructuras para suministrar internet de alta velocidad, a la vez que muchas ciudades se apoyan en antiguas leyes eléctricas para asegurar la financiación y lograr su objetivo. Esta solución no es una idea nueva, pero en 2010 solo existía una sola cooperativa en todo EEUU que suministrase una conexión de banda ancha. Suelen ser propiedad de un cliente, y en muchos casos la iniciativa utiliza algo más que la idea de sus predecesores eléctricos: están colgando cables de fibra óptica entre los mismos postes que se instalaron hace décadas.
Otras organizaciones también están trabajando duro para terminar con esta segregación digital. Facebook ha estado desarrollando redes móviles de acceso libre y conexiones de datos por láser para lanzar un "rayo" de conexión de datos inalámbricos a zonas remotas. El proyecto Loon de Google planea hacer llegar internet a regiones remotas gracias a grandes globos estratosféricos. Este tipo de iniciativas podrían ser una forma de eliminar las diferencias tecnológicas entre ricos y pobres. Pero por el momento, los esfuerzos de las comunidades locales pueden ser la manera más efectiva de que internet llegue a manos de las comunidades más apartadas.
(Para saber más: New York Times, Google se ofrece a acabar con la "segregación digital" de las zonas rurales de EEUU, El día que Silicon Valley se convirtió en la meca de la desigualdad)