Accede a más de 400 millones de fotos de carné y de registros de vigilancia que usa en sus investigaciones por medio de un sistema de reconocimiento facial cuya tasa de error no se conoce
Crédito: Daniel Zender.
El sistema de reconocimiento facial del FBI tiene acceso a casi 412 millones de fotos, incluidas las fotos del carné de conducir. Pero según un nuevo informe de vigilancia gubernamental la agencia no conoce la tasa de error de su sistema ni si ayuda o entorpece las investigaciones.
Desde 2011, el FBI ha estado empleando discretamente este sistema para comparar nuevas imágenes, como las que sacan las cámaras de seguridad, con un gran conjunto de fotos en busca de coincidencias. Estas imágenes no se limitan a las de la propia base de datos del FBI, que incluye unas 30 millones de fotos. La agencia también tiene acceso a sistemas de reconocimiento facial empleados por agencias policiales en 16 estados diferentes, y puede acceder a bases de datos del Departamento de Estado y el Departamento de Defensa de Estados Unidos. También se encuentra en negociaciones con 18 estados más para poder buscar en sus bases de datos también.
El tamaño de la bolsa total de fotos a la que la agencia puede acceder, algo que no estaba claro antes del nuevo informe emitido por la Oficina de Rendición de Cuentas de Estados Unidos (GAO, por sus siglas en inglés), resulta espeluznante. Así lo consideran incluso aquellos que han estado siguiendo de cerca el creciente uso de datos biométricos, según la abogada principal de la Fundación de Fronteras Electrónicas, Jennifer Lynch. Y el grado hasta el cual el FBI dispone de acceso a fotos en las bases de datos de propiedad estatal, que contienen sobre todo imágenes de carné de conducir, preocupa a Lynch y a otros defensores de la privacidad.
Desplegar el reconocimiento facial representa el "próximo paso lógico" del uso de medidas biométricas por parte del FBI, explica el profesor de informática e ingeniería y el director del grupo de investigaciones de biométricas de la Universidad Estatal de Michigan (EEUU), Anil Jain. La agencia ya disponía de un sistema automático de identificación dactilar, y añadir imágenes de las caras a esos datos llevará a unas identificaciones más fiables, asegura. Hay cámaras de seguridad en todas partes, y la tecnología de reconocimiento facial ha mejorado tanto que ya "tiene sentido recopilar estos datos adicionales", afirma Jain, que colabora estrechamente con la policía estatal de Michigan.
Jain señala que la base de datos de huellas dactilares del FBI también contiene imágenes captadas para fines no criminales, como por ejemplo imágenes procedentes de las comprobaciones de antecedentes de los empleados. Pero el director ejecutivo del Centro para Privacidad y Tecnología de la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown (EEUU), Alvaro Bedoya, sostiene que las caras son diferentes, porque pueden ser captadas de manera encubierta. Bedoya alerta: "Yo sé lo que toco, y desde luego sé si he proporcionado mis huellas dactilares para una comprobación de antecedentes. Pero no creo que nadie se fije en cada cámara de seguridad o smartphone con el que haya cruzado".
Otro hallazgo del informe de la GAO está alimentando las preocupaciones de privacidad: el FBI no sabe la frecuencia con la que su sistema se equivoca y no ha "tomado medidas para determinar si los sistemas de reconocimiento facial empleados por terceros, como agencias estatales y federales, son lo suficientemente precisos" para resultar útiles en sus investigaciones. Al tomar esas medidas, la agencia "debería asegurarse mejor de que los datos recibidos de colaboradores externos sean suficientemente precisos y de que no señalen fotos de personas inocentes de forma innecesaria", concluye el informe.
Según la GAO, el FBI no tiene autoridad para realizar una auditoria de sistemas externos. No existen pruebas de que el sistema de reconocimiento facial del FBI haya llegado a implicar erróneamente a nadie en una investigación criminal.
Los sistemas de reconocimiento facial actuales, en general, son muy precisos, según Jain. Pero la mala calidad ya sea de las imágenes o de las de las bases de datos, puede limitar mucho la precisión. Si ha pasado mucho tiempo desde que se tomó la imagen la probabilidad de error también podría aumentar. Y cuanto más grande sea el número de fotos en la base de datos, mayor es la probabilidad de errores, que pueden originarse tanto por identificaciones incorrectas o por la falta de conexiones de distintas fotos de una misma persona. Por eso es tan importante que los expertos en biometría humana tengan la decisión final antes de confirmar una identificación, señala Jain.