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Computación

La realidad virtual ya 'siente' las caricias de tu mano

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Las Oculus Rift han incorporado una tecnología que permite al usuario interactuar con los objetos de los mundos virtuales

  • por Teresa Alameda | traducido por
  • 06 Noviembre, 2014

Quienes se hayan probado un casco de realidad virtual como Oculus Rift alguna vez admitirán que la primera reacción natural es efectuar una serie de gestos erráticos como estirar los brazos y mover las manos, para intentar palpar ese extraño mundo virtual que ven los ojos. Aunque eso es imposible, el impulso es inevitable, pues "hay algo inherentemente intuitivo que hace que las personas quieran agarrar las figuras que aparecen frente a ellos cuando se ponen uno de estos dispositivos", asegura el jefe de Desarrollo de la compañía Softkinetic, Eric Krzeslo. "No hay más que ver a una persona con unas Oculus puestas, no hacen más que mover las manos", añade.

Pie de foto: un desarrollador prueba la nueva tecnología de Softkinetic integrada en unas Oculus Rift. Crédito: Softkinetic

Tras percatarse de este fenómeno, esta compañía especializada en soluciones de visión 3D y reconocimiento de gestos ha sido la primera en integrar su cámara de profundidad en unas Oculus Rift. Esta tecnología, similar al famoso accesorio para consolas Kinect, reconoce la ubicación y los gestos, lo que permite emplear el movimiento de las manos para controlar un ordenador. Al combinarla con un dispositivo de realidad virtual, el usuario puede ver sus manos reproducidas en 3D (no un modelo tipo avatar que las represente) integradas en el mundo virtual de 360 grados.

Pero lo más importante es que Softkinetic también ha logrado que el dispositivo permita manipular los objetos virtuales que el usuario ve en la pantalla. El primer prototipo ya está disponible para desarrolladores y su última versión fue presentada la semana pasada en el evento InsideAR en Múnich (Alemania).

Para lograr el milagro de manipular un escenario virtual con las manos, la compañía ha empleado su cámara DepthSense, que mide el tiempo que tarda la luz en llegar hasta los objetos. Al incorporarla a un dispositivo de realidad virtual, este reconoce todas las superficies de las figuras y la distancia entre ellas y es capaz de recrearlas en 3D en tiempo real. El dispositivo también reconoce una mano humana y sus correspondientes gestos, de manera que al moverla en el entorno real, una mano idéntica en 3D replica el movimiento ante los ojos del usuario.

"Las personas no solo quieren tocar los objetos, quieren poder percibir su propio cuerpo dentro del universo virtual", explica Krzeslo. El desarrollador belga hizo demostraciones del dispositivo durante el evento, que evidenciaron cómo su prototipo facilita que los usuarios reciban esa sensación de “ubicarse en el mundo virtual”, señala.

En las aplicaciones de realidad virtual como Second Life ya es posible que un avatar virtual replique los gestos del usuario gracias a los sensores de movimiento del dispositivo. No obstante, la tecnología de Sofkinetc va más allá. Cuando aparece un objeto virtual en la pantalla, el gesto intuitivo que lleva a intentar cogerlo se hace realidad, el objeto reacciona y puede trasladarse con los movimientos de la mano del individuo. Para guiar al usuario en esta tentativa virtual, los objetos susceptibles de ser agarrados en sus aplicaciones aparecen en la pantalla destacados con un círculo rojo.

El experto de Softkinetic aseguró a MIT Technology Review en español lo "sólida" que es su tecnología: "Funciona bajo una amplia variedad de condiciones lumínicas, la cámara reconoce los gestos incluso aunque la persona se mueva rápido, se aleje más de un metro y medio, o se acerque hasta estar pegado al dispositivo". Además, no se produce ningún retraso entre el gesto real y la reproducción en 3D.  

Gestos naturales e intuitivos

En InsideAR los asistentes pudieron probarse las gafas y jugar con unas aplicaciones que ya tienen desarrolladas. En la que tenían instalada, el usuario podía coger una serie de cajas de colores, apilarlas en una plataforma y crear distintos montones. De momento, los gestos necesarios para que el dispositivo los reconozca son algo exagerados: cerrar mucho la mano para que entienda que se trata del gesto "agarrar" y abrirla también muy ampliamente para "soltar" los objetos. No obstante, tras probarlo, algunos de los desarrolladores repetían a Krzeslo: "¿Y ya está? ¿No tenéis más?". Softkinetic quiere aprovechar el interés despertado en los desarrolladores y por eso busca a aquellos dispuestos a crear juegos basados en esta tecnología para las Oculus Rift.

Krzeslo espera que su llamamiento a los desarrolladores dé frutos pronto y, en pocos años, los usuarios puedan disfrutar "de una nueva forma de vivir los videojuegos", comenta. No es difícil imaginar que las primitivas aplicaciones que han desarrollado hasta ahora puedan evolucionar rápidamente hacia escenarios más complejos en los que interactuar.

La historia es prueba de ello. Muchos recordarán el famoso videojuego Sokoban que consiste en desplazar cajas para que el personaje logre salir de un laberinto. Igual que ordenar cajas virtuales desde un teclado supuso toda una revolución en  la década de 1980, hacerlo con tu propia mano puede convertirse en el primer ejemplo de una nueva generación de videojuegos. 

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