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Una muñequera de fitness que quiere jugar a ser médico

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Un nuevo dispositivo sigue el ritmo cardíaco, la respiración y la presión arterial desde la muñeca

  • por Rachel Metz | traducido por Francisco Reyes
  • 25 Febrero, 2014

Muchos aparatos y aplicaciones de seguimiento de fitness te pueden decir la cantidad de pasos que das en un día, o la cantidad aproximada de calorías que has quemado. Obtener datos más precisos, como la forma en que tu cuerpo se está recuperando del entrenamiento de ayer, es mucho más complicado.

Una start-up con sede en Cambridge, Massachusetts (EEUU), llamada Quanttus espera ofrecer esta información con un aparato inteligente parecido a un reloj que realiza un seguimiento continuo de la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial, que resultan difíciles de medir con precisión con un dispositivo de pulsera. El plan es utilizar estos datos para ofrecer información e incluso predicciones sobre la salud. Esto implica no sólo la recolección de una gran cantidad de datos, sino también la aplicación de algoritmos para darles sentido. Se espera que el aparato pueda ayudar a las personas a hacer un seguimiento de las enfermedades existentes, o mostrarles cómo afectan a la salud sus hábitos de trabajo.

"Básicamente, estamos construyendo una plataforma de hardware, un aparato portable que se coloca en la muñeca", señala el cofundador y director general de Quanttus, Shahid Azim. "Pero también estamos realizando un esfuerzo igualmente enorme para dar sentido, para generar información a partir de estos datos".

La tecnología de Quanttus proviene de los Laboratorios de Tecnología de Microsistemas del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EEUU). El aparato, está en fase de prototipo, aún no cuenta con una fecha de lanzamiento, precio o nombre. Pero desde septiembre, la compañía ha estado llevando a cabo estudios de validación en el Hospital General de Massachusetts y el Hospital Brigham and Women de Boston (EEUU), comparando la capacidad del prototipo para medir los tres signos vitales con mediciones realizadas con un aparato tradicional. Azim asegura que los primeros resultados son "muy prometedores" y la empresa probablemente ofrezca una versión "beta" de su producto a los desarrolladores este año, para que puedan comenzar la creación de aplicaciones.

El prototipo que se utiliza en los ensayos parece un reloj digital sin cara. Tiene una placa de circuito cuadrada rematada con componentes (entre los más fácilmente reconocibles están una batería y un LED verde brillante) dentro de una caja esmerilada con cuatro tornillos. Está colocado sobre una correa de reloj ancha, negra y con aspecto de goma.

En última instancia el dispositivo incluirá una pantalla con la que obtener información inmediata, como la frecuencia cardíaca en reposo o las calorías quemadas. Enviará la información al teléfono inteligente a través de Bluetooth para que pueda ser reenviada a un servicio remoto de Quanttus, donde se analizará para después devolver información más detallada al teléfono. Esto resulta similar al funcionamiento de la Fuelband de Nike o la Up de Jawbone, aunque Quanttus afirma que puede hacer un seguimiento con mucha más precisión que los aparatos portables ya existentes, cuyas métricas a menudo varían de un dispositivo a otro, incluso cuando se utilizan simultáneamente (ver "Pros y contras de las pulseras para el seguimiento de ejercicio"). La compañía cree que esto permitirá conseguir detalles más matizados y precisos sobre nuestra salud.

La pulsera recoge las constantes vitales principalmente a partir de un balistocardiograma, que mide pequeños movimientos del cuerpo causados por el bombeo del corazón, algo que según Azim produce información sobre el rendimiento general del sistema cardiaco, pero que es difícil de medir con precisión con un aparto portable discreto. Un sensor óptico en la parte posterior de la pulsera emite luz sobre la muñeca y mide la absorción selectiva de la luz como medio para determinar la frecuencia cardíaca, mientras que un acelerómetro mide los pequeños movimientos resultantes del cuerpo. Las señales de respiración y presión arterial se extraen a partir de estos datos.

El director de la gestión de productos de la compañía, Steve Jungmann, asegura que el dispositivo también podría funcionar con los teléfonos inteligentes para tener en cuenta factores externos, como el clima, la ubicación y cantidad de polen, que pueden afectar al cuerpo.

Jungmann afirma que un triatleta podría utilizar el dispositivo cuando se despierte para ver si está listo para salir a correr o nadar, o si necesita tomárselo con calma durante un tiempo. Esto podría ser determinado por la combinación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca y otros parámetros, para dar como resultado una puntuación que determine el grado de recuperación. Para la persona promedio, afirma que el dispositivo de Quanttus podría proporcionar información como por ejemplo: "Vemos que estás durmiendo mal. Estas son las cosas que te han llevado a dormir mal durante varias noches distintas".

Los análisis remotos de la empresa se basarán, en parte, en el aprendizaje de máquinas. Pero este tipo de entendimiento [de los datos] aún está muy lejos. Jungmann sigue utilizando un dispositivo de prueba que recoge datos en una tarjeta de memoria extraíble, que le entrega a los científicos de Quanttus para su revisión y discusión. También lleva un registro de actividades diarias en una aplicación de teléfono inteligente, que puede ser cotejado con los datos que recoge de su cuerpo. E incluso si Quanttus finalmente demuestra ser útil, las mediciones de pulsera de la empresa probablemente no sean tan fiables como las mediciones clínicas de signos vitales.

El profesor asociado de la Universidad de Alabama en Huntsville (EEUU), Emil Jovanov, que estudia el seguimiento fisiológico continuo, señala que uno de los problema del análisis de signos vitales menos invasivo es el "ruido" que se produce cuando la persona que lleva el dispositivo está en movimiento, dando como resultado lecturas de señal poco fiables.

Además, el profesor asociado en la Universidad de Memphis (EEUU), Santosh Kumar, cuya investigación también incluye el seguimiento continuo de signos vitales, asegura que es "muy difícil" medir los signos vitales con precisión clínica desde la muñeca debido a su distancia al corazón. "¿Resultará útil a nivel aficionado? Sí. ¿Será útil a nivel clínico? Eso es lo difícil", concluye.

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