
Las nanostructuras emergentes facilitan la fabricación de formas muy pequeñas.
Foto por Gilles Sabrie
Año reconocido:
2016
Organización:
Universidad de Tsinghua
Región:
Global
Yihui Zhang invita a los visitantes de su oficina a estirar una pieza de silicona altamente elástica con una estructura similar a la de un balón de fútbol unida a ella. Una vez que la silicona se estira desde las cuatro esquinas, la estructura tridimensional se convierte en un patrón bidimensional que parece una rueda con muchos hexágonos y pentágonos adyacentes en el centro. Cuando la silicona se relaja de nuevo, el patrón aplanado vuelve a su forma tridimensional.
Con este truco, Zhang ha resuelto el desafío al que se enfrentan muchos investigadores: cómo fabricar estructuras tridimensionales complejas a escala nanométrica. Aunque la demostración se realiza a nivel macroscópico, la idea también funciona con nanostructuras: los patrones bidimensionales que se crean fácilmente pueden adherirse a un sustrato estirado y luego ser abombados en estructuras tridimensionales cuando el sustrato se relaja. Este proceso funciona con una amplia gama de materiales, como metales y polímeros.
La técnica podría usarse para crear nanostructuras para una variedad de usos. En última instancia, Zhang espera desarrollar una base de datos o algoritmo que permita a los investigadores mapear fácilmente las estructuras tridimensionales que desean sobre precursores bidimensionales. “Es una herramienta”, dice. “Personas de diferentes disciplinas pueden construir sus propias innovaciones.”