
Usa nanocristales para atrapar la luz y aumentar la eficiencia de las células solares.
Año en que fue reconocida: 2016
Organización: Universidad de Minnesota
Región: Global
Con sus manos cubiertas por guantes de goma color aguamarina, Vivian Ferry, profesora asistente de ingeniería química y ciencia de materiales, sostiene un tubo de ensayo del tamaño de un labial, lleno de un líquido transparente. Al iluminarlo con luz ultravioleta, su contenido brilla en un intenso naranja fluorescente.
El resplandor se debe a nanocristales suspendidos en el líquido, los cuales absorben longitudes de onda azules de alta energía y emiten luz roja de menor energía.
Las células solares actuales solo absorben ciertas longitudes de onda, dejando escapar gran parte de la energía del sol. Para mejorar su eficiencia, Ferry trabaja con cristales luminiscentes y pequeños espejos de metales nanoestructurados que atrapan y redirigen la luz hacia la célula solar.
Por ahora, sus nanocristales luminiscentes están hechos de seleniuro de cadmio y sulfuro de cadmio, materiales no ideales debido a la toxicidad del cadmio. Sin embargo, sus avances podrían reducir tanto los costos y mejorar tanto el rendimiento que la tecnología podría aplicarse con materiales más abundantes y menos tóxicos en el futuro.