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Madera translúcida: un material resistente y sostenible para construir los edificios del futuro

Año Honrado
2016
Región
Europa
Origen
Francia

«Cuando el planeta alberga a los casi 12 mil millones de personas que las Naciones Unidas calculan que habitarán la Tierra para el año 2100, ¿dónde vivirán? En menos de 15 años, la organización estima que habrá 3 mil millones de personas que necesitarán vivienda adecuada en todo el mundo. En este contexto, cualquier opción sostenible y económicamente viable que permita crear nuevas viviendas de manera más rápida y eficiente podría formar parte de la solución. Y la joven arquitecta francesa Timothée Boitouzet tiene una propuesta basada en la madera que podría servir justamente para este propósito.

Este material ha estado históricamente asociado con estructuras más rudimentarias y simples, pero para Boitouzet, la madera tiene el potencial de innovar e integrarse dentro de los edificios modernos. «El acero fue el material del siglo XIX, el cemento del siglo XX, y la madera será el material del siglo XXI», afirma con seguridad. La empresa de Boitouzet, Woodoo, que fundó, ha desarrollado un tratamiento que otorga a la madera nuevas propiedades, destacando entre ellas la capacidad de volverse translúcida. Esta idea llevó a Boitouzet a ser incluida en los premios Innovators Under 35 Francia 2016 de MIT Technology Review.

Pero Boitouzet considera que la propiedad más importante de su madera no radica en la estética, sino en su resistencia. Afirma que «es posible construir rascacielos de 36 pisos» con este material. La clave para ofrecer estas nuevas propiedades reside en el método patentado por el joven francés. «La madera está entre un 60% y un 90% de aire», explica. La resistencia del material proviene de la presencia de la lignina, una sustancia opaca. El tratamiento de Boitouzet extrae esta biomolécula y reemplaza el aire con una mezcla de polímeros, lo que preserva la integridad estructural de la madera mientras permite que la luz pase a través del material. El joven arquitecto describe esto como «similar a mirar a través del hielo», manteniendo la textura de la veta, y agrega: «sustituir el aire con el polímero hace que la madera sea hasta 10 veces más fuerte».

Además de superar los problemas relacionados con la resistencia y la estética, el tratamiento patentado por Boitouzet también mejora dos características adicionales de este material crudo. Una es su naturaleza inflamable, y la otra es la tendencia de la madera a pudrirse; el tratamiento supera ambos problemas al hacer la madera a prueba de fuego y resistente a las inclemencias del tiempo.

En la actualidad, el tratamiento puede aplicarse a paneles de madera de hasta varios centímetros de ancho, lo que significa que este arquitecto francés aún tiene trabajo por hacer antes de comenzar a construir rascacielos de madera. Para 2017, Woodoo planea comercializar maderas para aplicaciones de diseño de interiores, y en dos años más, planean vender productos para fachadas, techos y suelos de edificios. Llevará más tiempo lograr vigas de madera y otros elementos estructurales. Según Boitouzet, al aplicar el enfoque de fabricación de madera contralaminada (CLT), estas vigas serían «tan resistentes como el concreto».

Sustituir el cemento con elementos basados en madera reduciría drásticamente las emisiones de CO2 asociadas con la construcción. Woodoo también está trabajando en transformar la lignina extraída durante el proceso en biocombustible. Pero la sostenibilidad no es lo único que le interesa a Boitouzet; afirma haberse inspirado en la arquitectura japonesa durante sus estudios en el Instituto de Tecnología de Kioto (Japón).

Graduado de la École nationale supérieure d’architecture de Versailles (Francia), luego pasó tiempo en Kioto (Japón) y Boston (EE.UU.) mientras cursaba su maestría en Ciencia de Materiales en la Universidad de Harvard (EE.UU.), con estancias de investigación en el Laboratorio de Biología Molecular de Harvard y el Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE.UU.). Allí comenzó su trabajo en el desarrollo de la madera translúcida, y después de trabajar para algunas de las firmas de arquitectura más prestigiosas (Dominique Perrault, Henning Larsen, Herzog / de Meuron), decidió fundar Woodoo para ayudar a que su visión llegue a los edificios del futuro.

Según Jérôme Chevalier, director del Departamento de Ciencia de Materiales en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Lyon (Francia), el proyecto de Boitouzet es «inteligente, técnicamente sólido y único». Según este miembro del jurado de los premios Innovators Under 35 Francia 2016 de MIT Technology Review, «los productos desarrollados [por Woodoo] tienen el potencial de impactar nuestra percepción de la madera y su uso en la construcción y el diseño industrial».»

del que escucharemos mucho en los próximos años».»