
Sistemas de iluminación solar para regiones pobres
Ver el mundo a través de un programa humanitario siempre abre los ojos para comprender los desafíos del desarrollo global. Con poco más de veinte años y un título de ingeniería francés en el bolsillo, Thomas Samuel se embarcó en un voluntariado para una ONG que trabajaba en la electrificación de zonas rurales en la India. Esta experiencia resultó tan reveladora en su vida que decidió invertir sus habilidades en encontrar una solución duradera a la falta de electricidad, una situación que más de 1.300 millones de personas en el mundo enfrentan a diario.
En 2010, ese sueño se concretó en una startup llamada Sunna Design, centrada en soluciones avanzadas de alumbrado público fotovoltaico adaptadas a cualquier clima, incluidos aquellos con condiciones extremas de temperatura, humedad y viento. En particular, Samuel comprendió que el mercado necesitaba soluciones resistentes y duraderas, con una vida útil de al menos 10 años y con poco o ningún mantenimiento en todos sus componentes (como los LEDs y las baterías), más que simples soluciones de bajo coste que dejarían de funcionar a los pocos meses de su instalación.
“No es aceptable que el alumbrado público se apague por la noche por falta de batería”, afirma Samuel. La falta de iluminación en las calles tiene consecuencias directas en la seguridad (por ejemplo, asaltos y accidentes de tráfico), y también en los negocios locales como tiendas, restaurantes y mercados. Además, afecta la posibilidad de que los niños hagan sus deberes escolares después del atardecer.
Gracias a su experiencia en el terreno, Samuel pudo abordar numerosas limitaciones ambientales: por ejemplo, sabiendo que los materiales suelen ser saqueados para ser revendidos en el mercado negro, diseñó los paneles solares y las baterías de su sistema para que fuesen específicos e incompatibles con otros dispositivos, lo que disuade su robo.
Con esta visión de largo plazo, incorporó innovación en varios aspectos del diseño de su producto principal, la luminaria iSSL+:
- Utiliza baterías de NiMH (hidruro metálico de níquel) en lugar de las más comunes de plomo-ácido, que son más baratas pero tienen una vida útil corta.
- La batería se ubica directamente dentro de la lámpara, en la parte superior del poste, sin necesidad de cableado y fuera del alcance de posibles actos vandálicos.
- Los LEDs tienen una mejor gestión térmica y su potencia lumínica se regula con algoritmos específicos que reducen el consumo y prolongan su vida útil.
La solución es escalable, desde farolas independientes hasta sistemas de mini-redes inteligentes que gestionan la producción, almacenamiento y distribución de energía solar entre las diferentes luces del sistema.
Además de tener socios tecnológicos y de I+D en Francia, como el laboratorio INES y el fabricante ARTS, Samuel ha mantenido fuertes vínculos con actores humanitarios. Por ejemplo, Electriciens Sans Frontières (Electricistas Sin Fronteras) compró 100 luminarias solares para el campo de refugiados de Zaatari, en Jordania, bajo la supervisión del ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. Con la esperanza de que, al menos en este caso, la población del campo pueda llevar una vida más normal antes de que pasen los 10 años de garantía del sistema de Samuel.