
Cuando Stephanie Lampkin solicitó un puesto de análisis en una importante empresa tecnológica, le ofrecieron un trabajo en ventas en su lugar. Para ella, esto fue una evidencia de sesgo; tenía un título en ciencia de la administración y ingeniería de Stanford y había ocupado otros puestos en ingeniería. Ya fuera por su raza o género (es afroamericana), hay evidencia de que los reclutadores a menudo hacen juicios iniciales que poco tienen que ver con las calificaciones. Un estudio de 2014 concluyó que un nombre extranjero en un currículum podría perjudicar las posibilidades de un candidato de obtener una entrevista.
Así que Lampkin rechazó el trabajo en ventas y se sentó a programar Blendoor, una plataforma de búsqueda de empleo que oculta los nombres y fotos de los candidatos durante las primeras etapas del proceso. Hasta ahora, más de 5,000 personas se han registrado, y la plataforma es utilizada por reclutadores de Twitter, Airbnb, Facebook, Google, Microsoft e Intel.
Lampkin espera que Blendoor ayude a reducir la falta de diversidad en Silicon Valley. “Hemos identificado la mayor necesidad en las grandes empresas tecnológicas”, dice. Pero mientras que los primeros usuarios tienden a ser mujeres y minorías, ella afirma: “Queremos que esto se convierta en una herramienta de reclutamiento de facto para todos”.