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Dibujando mapas 3D de neuroimagen en tiempo real

La enfermedad de Alzheimer es quizás la más conocida y temida de las enfermedades neurodegenerativas, sin embargo, no es la única: patologías como el TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo, que causa que el cerebro se quede atrapado en un pensamiento particular que se convierte en una obsesión), la esquizofrenia (que dificulta distinguir entre lo real y lo irreal y manejar las emociones), la epilepsia (un trastorno caracterizado por convulsiones repetidas e inesperadas), así como la depresión, están todas relacionadas con la degeneración de las células cerebrales. Como signo de un mundo que envejece, las estadísticas de la ocurrencia de estas enfermedades están aumentando.

Para diagnosticar y tratarlas (o al menos, limitar sus efectos), la clave es poder mirar profundamente al cerebro y entender, paso a paso, cuáles son los signos de un fenómeno degenerativo en curso. Paulo Rodrigues, un joven investigador en Ingeniería de Software y desde 2013 Director de una startup llamada Mint Labs, se propuso abordar las necesidades de los neurólogos proporcionándoles herramientas que les ayudaran a «visualizar» y entender lo que ocurre en el cerebro.

Rodrigues llamó a su software CloudN, ya que utiliza fuertemente un enfoque en la nube donde todos los datos e imágenes están almacenados de forma segura y pueden ser accedidos a través de Internet. Los neurólogos pueden cargar sus imágenes de resonancia magnética (IRM) y recibir una representación en 3D de las imágenes 2D, las cuales luego pueden ser manipuladas en tiempo real: por ejemplo, pueden girarla, obtener diferentes puntos de vista, analizar áreas específicas del cerebro. Lo más interesante es que esto no se limita al uso en PC en una oficina, sino que puede acompañar al cirujano en la sala de operaciones, ya que puede controlarse sin tocar la pantalla mediante la funcionalidad Leap Motion.

A medida que los médicos y científicos cargan y procesan sus imágenes de IRM, ya sea IRM de difusión (dMRI, mapeo de detalles microscópicos sobre la arquitectura del tejido, ya sea normal o en estado enfermo) o IRM funcional (fMRI, que mide la actividad cerebral detectando cambios asociados en la sangre), pueden tener una vista única del problema completo bajo su análisis y diseccionarlo virtualmente como lo harían en una intervención quirúrgica más delicada. Al cargar sus casos específicos, también contribuyen a crear una gran base de datos, exactamente de la misma manera en que las aplicaciones de monitoreo de tráfico se basan en los datos enviados por todos los interesados en la información sobre tráfico. Y con más imágenes de pacientes con diferentes formas de enfermedades, en diferentes niveles, es posible realizar más correlaciones cruzadas: por ejemplo, los «mapas cerebrales» de pacientes con síntomas similares, pero en diferentes etapas del proceso degenerativo, pueden compararse, como la herramienta que está desarrollando Rodrigues con la Fundación MIT Brain Sciences para el diagnóstico temprano de la enfermedad de Parkinson. A medida que la base de datos y la investigación alrededor de los datos crecen en tamaño y detalle, Rodrigues planea mejorar sus capacidades de diagnóstico automático, basándose en la experiencia de otros casos.

Las imágenes 3D de Rodrigues no revelan por qué ha ocurrido la neurodegeneración, al menos hasta ahora. Pero pueden ayudar a hacer la vida más larga y menos incierta para los millones de personas afectadas por ella.