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Si puedes hacer que la realidad virtual sea asequible para los consumidores, todo encajará.

Palmer Luckey es conocido por su trabajo revolucionario en el campo de la realidad virtual, particularmente por la creación de Oculus Rift. Desde joven, estuvo fascinado por la realidad virtual representada en series como Star Trek y películas como The Matrix. Sin embargo, a pesar de la fascinación, la realidad virtual estaba limitada a aplicaciones de nicho hasta que Luckey, autodidacta y con un interés en el periodismo tecnológico, comenzó a experimentar.

En 2009, Luckey creó sus primeros prototipos de un casco de realidad virtual en el sótano de su casa. Llamó a este prototipo Oculus Rift y compartió sus diseños en foros de Internet. En 2012, John Carmack, creador de franquicias de videojuegos como Doom y Quake, se interesó en el proyecto, lo que llevó a Luckey a enviarle un prototipo. Carmack lo presentó en la conferencia E3, lo que generó un gran revuelo.

Luckey recaudó $2.5 millones en Kickstarter después de intentar conseguir $250,000, y al año siguiente, Oculus recibió $91 millones en capital de riesgo. Los desarrolladores de software comenzaron a producir juegos para el Oculus Rift, el cual se esperaba que llegara al mercado para 2016 a un precio de $300. En 2014, Luckey vendió su startup a Facebook por $2 mil millones.

Luckey cree que la realidad virtual no es solo una tendencia, sino que es el futuro. En su visión, la realidad virtual llegará a un punto en que será indistinguible de la realidad misma, lo que cambiará la manera en que interactuamos con el arte, los contenidos y, en general, con el mundo. Asegura que la realidad virtual será la última plataforma tecnológica, y su impacto no se limitará solo al gaming. Podría extenderse a sectores como la educación, deportes, conciertos e incluso viajes virtuales al pasado.

En resumen, Palmer Luckey está convencido de que la realidad virtual es una de las tecnologías más transformadoras de las próximas décadas y tiene un mapa claro para llevarla a una implementación perfecta.