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Creó una empresa social que capacita a jóvenes con recursos limitados para que se conviertan en expertos en diseño web.

«Una joven peruana recién llegada de Estados Unidos asistió a un evento para emprendedores tecnológicos. Acababa de fundar, junto con otros dos jóvenes latinoamericanos, una agencia de desarrollo digital. Todos los días miraba a su alrededor y apenas había mujeres presentes. En el sector digital, a pesar de la gran demanda de profesionales cualificados, nueve de cada diez desarrolladores son hombres.

Laboratoria, la empresa fundada por Mariana Costa, es una organización social que forma a mujeres jóvenes con recursos limitados como programadoras y desarrolladoras web. El objetivo de la organización es introducir a un número creciente de mujeres en el mercado profesional. En Perú, hay más de ocho millones de jóvenes de entre 15 y 29 años, muchos de los cuales carecen de acceso a la educación superior y el 20 % ni estudia ni trabaja; la propuesta de Costa representa una gran oportunidad para ellos.

En 2014, Laboratoria inició su primer programa piloto con 15 jóvenes estudiantes. Durante seis meses, los participantes recibieron un curso intensivo para aprender a utilizar los principales lenguajes de programación o, en otras palabras, para construir el código que subyace a los productos y servicios digitales más populares. El plan de estudios se definió en colaboración con empresas del sector, y el curso concluyó con un módulo de desarrollo personal para dotar a los jóvenes estudiantes de capacidades emprendedoras y de autoeducación. «El objetivo es darles la capacidad de conseguir un empleo altamente cualificado y escalable, muy diferente de las oportunidades laborales en sus entornos», explica Costa.

Al concluir el programa piloto inicial, este trimestre atrajo a más de 300 candidatas y 130 mujeres formadas por Laboratoria entre Lima, Arequipa (ambas en Perú), Santiago de Chile y México D.F. (en Chile y México respectivamente). Para Costa, el elevado número de solicitantes refleja un cambio positivo en la sociedad peruana: «Las jóvenes participantes se están convirtiendo en modelos a seguir para otras mujeres», afirma.

Según Costa, la pronunciada disparidad de género en el sector y la falta de oportunidades en Perú se repiten en toda América Latina. Aunque hasta la fecha su programa solo se ha expandido internacionalmente a Chile y México, espera «seguir ampliándolo» después de consolidar plenamente los programas existentes.

El programa cuenta con tres líneas de financiación: capital privado de empresas como Google o Telefónica, subvenciones gubernamentales (la Oficina Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica cubre un gran porcentaje) y la venta de servicios a empresas. El objetivo es que los beneficios de la tercera línea de financiación cubran totalmente los costes educativos a partir del cuarto año del programa (actualmente estos beneficios solo cubren el 20 % de los costes educativos).

Al finalizar el programa, las participantes contribuyen con el 10 % de su salario durante dos años. Costa afirma que «estas jóvenes están muy comprometidas con el programa y quieren ayudar a otras a tener las mismas oportunidades». Estos pagos solo se realizan una vez que las graduadas consiguen empleo como desarrolladoras.

El 60 % de las graduadas son contratadas como becarias al finalizar el programa, según Costa. Para muchas, esto representa su primer salario, y otras triplican sus ingresos anteriores. Gracias a Laboratoria, tanto las graduadas como su entorno experimentan una importante transformación. «Es una generación de mujeres que influirá positivamente en el sector empresarial y en su país, que recuperará talento y oportunidades», afirma Costa.

Según Constanza Nieto, fundadora y directora ejecutiva de Globaltech Bridge (EE. UU.) y miembro del jurado de los premios Innovadores menores de 35 años Perú 2015 de MIT Technology Review, el modelo de Costa representa «una gran iniciativa que tendrá un gran impacto social».

Con un máster en Administración Pública y Desarrollo por la Universidad de Columbia (EE. UU.), Costa tiene experiencia con organizaciones de orientación social. Trabajó en un programa para promover proyectos de desarrollo sostenible y análisis de datos para mejorar el sistema sanitario en Kisumu (Kenia). Estas experiencias prepararon a Costa para el reto de fundar Laboratoria.