
Reduciendo el coste de la investigación biológica básica.
El laboratorio de bioingeniería de la UC Berkeley donde Lina Nilsson trabajó como investigadora postdoctoral está lleno del tipo de equipos costosos necesarios para la investigación biológica avanzada. Pero muchos laboratorios en todo el mundo no cuentan con financiación al nivel de UC; dependen de equipos heredados de laboratorios bien financiados o simplemente prescinden de ellos. Eso dificulta que puedan encontrar soluciones a problemas locales como la propagación de la malaria, y mucho menos participar en la empresa científica global.
Nilsson ofrece otra opción: el “hazlo tú mismo” (DIY). Como cofundadora de Tekla Labs, un colectivo de ingeniería en el campus de Berkeley, está seleccionando y distribuyendo diseños de código abierto y de construcción casera para todo tipo de equipos de laboratorio comunes. Un agitador para separar el tinte sobrante de las células teñidas, por ejemplo, puede hacerse con un tocadiscos desechado. Una centrífuga se puede fabricar a partir de una batidora de cocina modificada. Un termociclador para amplificar ADN solo requiere bombillas y termómetros. En manos de científicos que históricamente han carecido de acceso a equipamiento, tales herramientas pueden convertirse en motores potentes de innovación—en general, dice Nilsson, por aproximadamente una décima parte del precio de los equipos comerciales de alta gama.
“Las grandes ideas están en todas partes, pero las oportunidades no”, afirma. “Mi objetivo es permitir que las personas colaboren para resolver desafíos globales.” Además de su trabajo en Tekla Labs, es directora de innovación en el Blum Center for Developing Economies de UC Berkeley, donde diseña programas que reúnen a ONG, científicos, ingenieros y organizaciones locales de todo el mundo.
Nilsson era una candidata destacada, aunque poco inspirada, al doctorado en la Universidad de Washington en 2007 cuando, por impulso, solicitó una Beca de Viaje Bonderman, un programa abierto que da a los estudiantes ocho meses para “llegar a conocer el mundo de nuevas maneras.” Viajó a Asia y Sudamérica, donde visitó laboratorios de biología locales. “Cambió por completo todo sobre cómo veo el mundo”, dice. “La discordancia entre el compromiso de los científicos y sus laboratorios vacíos fue impactante, y la visión para Tekla Labs comenzó a surgir.”
El reto ahora es asegurarse de que los diseños de Tekla Labs produzcan constantemente dispositivos lo suficientemente precisos y duraderos como para la investigación seria. Después de todo, los científicos de todo el mundo necesitan equipos en los que puedan confiar.