
En una recuperación económica sin empleo, un mercado laboral online prospera.
Cuando Leah Busque trabajaba como ingeniera de software en el grupo Lotus de IBM, su parte favorita del trabajo era asistir a una conferencia anual en Disney World, porque era la única ocasión en la que los desarrolladores de su división podían conocer a los clientes. Aquella experiencia le hizo darse cuenta de que quería montar su propio negocio.
Así que en 2008, justo antes de que estallara la crisis financiera, dejó IBM para centrarse en una idea que tenía: que la gente debería poder contratar fácilmente por internet a sus vecinos para hacer recados u otros trabajos puntuales. Más tarde lo llamaría TaskRabbit.
14%
La tasa de desempleo en EE. UU. si se incluye a los trabajadores a tiempo parcial y otros “vinculados marginalmente” al mercado laboral
Inicialmente, pensó que el servicio atraería sobre todo a estudiantes universitarios que necesitasen ganar algo de dinero extra. Pero el interés resultó ser mucho más amplio. Hoy, 13.000 TaskRabbits compiten por trabajos en 14 ciudades de EE. UU. Tres cuartas partes tienen título universitario; un 5 % tiene doctorado. Estos “microemprendedores”, como los llama Busque, incluyen jubilados, madres, personas desempleadas y trabajadores mal pagados. Hacen de todo: desde repartir almuerzos y arreglar inodoros hasta disfrazarse de perrito caliente para una fiesta sorpresa de cumpleaños (historia real).
El pago puede ser tan bajo como 10 dólares por tarea, pero algunos trabajos especializados alcanzan cientos, especialmente para aquellos TaskRabbits con buena reputación en la plataforma. El empleador paga una comisión del 20 % a TaskRabbit.
Busque afirma que TaskRabbit apenas ha empezado a explorar su verdadero potencial. Recientemente se ha expandido para ayudar a pequeñas empresas y organizadores de eventos a encontrar trabajadores temporales sin recurrir a costosas agencias de colocación ni a los clasificados de Craigslist.
“Nuestra visión es enorme: revolucionar la forma en que trabaja la gente”, dice.
“Se trata de ofrecer a las personas más opciones sobre cómo trabajan, qué horarios tienen, cuánto ganan, y la posibilidad de ser sus propios jefes.”