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¿Podría florecer el viaje espacial si reutilizáramos los cohetes?

Año en que fue reconocido: 2015
Región: Global

Sesenta años después del lanzamiento del Sputnik, salir de nuestra atmósfera sigue siendo absurdamente costoso. Lars Blackmore, ingeniero de SpaceX, está trabajando para cambiar eso con cohetes que pueden regresar a la Tierra en reversa.

Actualmente, cada vez que un cohete despega y libera su carga, se desintegra y cae al océano. “Es básicamente como volar un 747 a través del país y, en lugar de reabastecerlo, tirarlo a la basura”, dice Blackmore, un británico de voz suave que lidera un equipo en SpaceX encargado de desarrollar el software necesario para que un cohete descienda suavemente en posición vertical sobre una plataforma en el océano.

SpaceX ha estado cerca de lograr un aterrizaje exitoso varias veces, pero no tuvo la oportunidad de intentarlo en su vuelo más reciente, cuando el cohete Falcon 9 explotó durante el despegue.

Aterrizar un cohete en reversa es un truco increíblemente difícil. El descenso es extremadamente impredecible y los cohetes no están diseñados para viajar en dirección opuesta, por lo que se requiere un control extremadamente preciso de los propulsores y las aletas de guía. Blackmore ha desarrollado algoritmos que permiten que la computadora de a bordo del cohete controle de manera segura su caída en medio de esta situación caótica.

Si se perfecciona esta hazaña, cambiaría por completo la economía de los viajes espaciales. El combustible representa menos del 0.5 % del costo de un lanzamiento, por lo que reacondicionar un cohete haría que el siguiente despegue fuera considerablemente más barato. Cuánto más barato dependería de qué tan bien pueda ser reacondicionado el propulsor tras el estrés extremo del despegue.

Blackmore creció soñando con trabajar en el Control de Misión de la NASA. Después de obtener un doctorado en el MIT, se unió al Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, donde trabajó en sistemas de aterrizaje de precisión y en una sonda climática llamada SMAP. En 2011, se unió a SpaceX. “Escuché que Elon [Musk] tenía estos sueños de hacer cohetes reutilizables”, dice Blackmore. “Y como estaba trabajando en aterrizajes de precisión para Marte, pensé que era la persona adecuada para hacerlo”.

¿Le gustaría volver a la NASA algún día? “Cuando escuchas sobre el programa Apolo en su mejor momento, era un grupo de jóvenes, y nadie les decía lo que podían o no podían hacer”, dice. “Eso es exactamente lo que he encontrado en SpaceX”.