
Desarrolló una compresa inteligente que detecta la presencia de enfermedades ginecológicas en el flujo menstrual y transmite los datos a un smartphone
Año Honorado
2015
Región
Europa
Procedente de
Polonia
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«Cada año, 498 millones de personas entre 15 y 49 años se infectan de clamidia, gonorrea, sífilis o tricomoniasis, cuatro de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en todo el mundo. A menudo, el impacto emocional de estas enfermedades, la vergüenza de la visita al médico o la ausencia de síntomas en las etapas tempranas de estas patologías hacen que los pacientes no busquen ni reciban tratamiento. Este incumplimiento en el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual puede tener diversas consecuencias, que van desde molestias hasta infertilidad, cáncer cervical e incluso la muerte.
Para equipar a las mujeres con una herramienta no invasiva que les ayude a monitorear su salud, la joven innovadora polaca Kamila Staryga puso en marcha el proyecto Besense en 2014. Junto con varios compañeros, desarrolló una compresa inteligente que detecta biomarcadores contenidos en el flujo menstrual mediante una versión de la prueba ELISA. La joven innovadora explica que este tipo de sangre «contiene información relevante sobre el estado de salud de la mujer». «El flujo menstrual consiste en sangre venosa, líquidos endometriales y vaginales y contiene más de 1,300 proteínas relacionadas con la sangre venosa», añade.
El prototipo actual es capaz de detectar infecciones ginecológicas causadas por Chlamydia, la bacteria responsable de la clamidia. Sin embargo, Besense destaca que la prueba puede usarse para detectar cualquier virus o bacteria responsable de cualquier enfermedad de transmisión sexual.
La prueba ELISA se realiza dentro de un chip microfluídico ubicado en la capa inferior de una compresa estándar comercial. Una vez que los anticuerpos se unen con los antígenos presentes en el flujo menstrual, esto libera electrones que desencadenan un cambio en la señal analógica. Este cambio es registrado por el dispositivo y convertido por el chip en una señal digital que luego se envía a la nube a través de radiofrecuencias.
La idea de Besense es que las mujeres puedan usar una de estas compresas inteligentes una vez al mes; el costo actual del prototipo es de alrededor de 12 euros. Esto permitiría realizar un análisis mensual cuyos resultados se pueden consultar de manera confidencial a través de un smartphone. Esta práctica usaría los datos de la mujer para generar un historial médico que podría compartirse con un ginecólogo para ayudar en la toma de decisiones médicas.
Por el momento, Staryga solo ha probado su compresa inteligente en el laboratorio, y las limitaciones de tiempo le han impedido realizar ensayos clínicos, pero indica que «este será el siguiente paso para avanzar en el proyecto, junto con la prueba de umbrales para falsos positivos».
El proyecto de Staryga se remonta a su tiempo en Singularity University (EE. UU.) y fue lanzado en colaboración con algunos de sus compañeros de la clase de 2014. Desde febrero de 2014, Staryga ha formado parte del equipo de Google ATAP que recientemente desarrolló y lanzó el Proyecto Soli, y también trabaja como voluntaria en el Hospital de Stanford en los EE. UU.
Según Robert Cysewski, fundador y director ejecutivo de R&D Farm y miembro del jurado de los premios MIT Technology Review Innovators Under 35 en Polonia, el trabajo de Staryga es «fantástico y brillante», y «definitivamente impulsará cambios positivos en la vida de las mujeres en todo el mundo».»